Amante de padres 3 - Relatos Eróticos

Amante de padres 3

... firme, no era muy grande pero se veía muy bien. Se abalanzo sobre mí, y metió mi pija en su boca, haciéndome una mamada deliciosa. Mientras me comía la pija me hundía un dedo en mi cola. Luego metió dos.

Nos enredamos en vueltas y quede con su culo a disposición y metí mi lengua en el ojete de Renato, mojándolo, y sintiendo como gruñía muy caliente, el seguía comiendo sin piedad mi verga y mis huevos. Su ojete se abría con mi lengua y dejaba que entrara, el placer de Renato iba creciendo. En ese momento el también se metió en mi anillo dilatado, ensalivándolo. Hundiendo más dedos en mi túnel emputecido. Por su parte metí en mi boca el pedazo de Renato y lo note listo y firme para que se metiera dentro de mí. Unos momentos después deje el garrote del abuelito y lentamente me fui sentando en aquel pedazo, mientras el hombre se aferraba a mis nalgas, en tanto me iba penetrando lentamente. El ayudaba abriendo mis nalgas para que el túnel se ensanchara aun más.

__Ahhh que culazo tremendo tienes chico…ohhh, que tragón, muy putita, como me gustan los chicos, ahhh se siente tan bien, ohhh siii__ bramaba aquel macho maduro. Sus brazos y sus manos eran fuertes y denotaban ya algunas arrugas, pero a mi nada me importaba.

__Ahhh abuelito que verga linda tienes, ya entro toda, ohhh siii cógeme, ay, ay, que placer…__ sollozaba de placer mientras subía y bajaba del pedazo de Renato. El pecho de Renato tenía algunos vellos grises. Renato tenía la piel muy blanca y contrastaba ...

... con la mía que es morena y curtida al sol.

__Ohh Luqui no sabes el placer que me das…__ me decía susurrando el abuelito. Los jugos de mi cola salían abundantemente, el me masajeaba la pija y luego la dejaba, mi verga seguía dura y luego caía un poco, entonces él la agarraba y la volvía a poner rocosa y babeante. Era un juego. Yo saltaba sobre su estaca cada vez más rígida y latente. Sé que estaba a punto de acabar.

__Ahhh lárgame tu leche en mi pecho bebe, hazlo, y yo te llenare el culito, quieres, bebe, cariño, ohhh ya viene mi leche, riégame con la tuya anda, siii, hazlo…__ casi rogaba aquel maduro. Yo saltaba voraz sobre el machete. Tratando de ordeñarlo, y él con su mano se aferraba a mi pija tratando de ordeñarme a mí.

__Me vas a llenar abuelito, me vas a llenar de leche el culito, siii abuelito hazlo, hazlo dame tu leche…__ entre gruñidos, tensiones, balbuceos, grititos, lloriqueos, mi leche salto rociando el pecho de Renato y el empezó a largar sus jugos llenándome, abundantemente, nuestras acabadas salieron casi al unísono. Nuestras bocas se encontraron enfermizamente calientes. La verga de Renato latía en mi ojete abierto, luego salió de allí.

Quedamos abrazados, en realidad el me rodeo con sus brazos protectores dándome pequeños y cortos besitos en el rostro, en los labios. Su pedazo cayó a un costado reposando. El mío también. De más está decir que salí de aquella casa al amanecer. Nadie se enteró. Renato disfruto de mi cuerpo de muchas maneras. Además ...