La Venganza de el Tío Cristóbal: La Finca del Placer - Relatos Eróticos

La Venganza de el Tío Cristóbal: La Finca del Placer

... cabaña y de los quehaceres de el hogar, incluso aprendería a las labores de la finca, aprendería a alimentar los animales a ordeñar las cabras, a fabricar el queso de esa leche para que su tío la vendiera en el pueblo, aprendería de cultivo y cosecha siempre instruido por su tío que nunca se mostraba afectivo con el, el único afecto que llegaba a tener por parte de su tío era el sexo que cada noche Cristóbal pediría después de cada jornada diaria, sin embargo Cristóbal ya era menos regañón con el niño pues le daba pocos motivos para regañarlo, Ramoncito aprendía rápido y eso ayudaba a que su tío no lo riñera, incluso ya el niño no se mostraba renuente en las noches de sexo pues era inútil sabía que eso era parte de sus tareas, complacer a su tío en la cama y mantenerlo contento era otra de sus obligaciones.

Y es que aparte de ser una de sus responsabilidades, el dolor ya no existía pues era noches tras noches que el debía cumplir con su tío que su culito y cuerpo se habían adaptado a lo bien dotado que estaba su tío, Cristóbal era un hombre muy sexual quizás por estar tantos años sin una mujer, que casi todas las noches le pedía placer a su pequeño sobrino, el niño había dejado de ir al pueblo su tío jamás lo llevaba con él, su vida era completamente la finca la única diversión de él era cuando su tío lo llevaba al río para recolectar agua ahí el niño aprovechaba para darse un chapuzón siempre con el permiso de su tío, y ya a Cristóbal no le molestaba que el niño sonriera ...

... en el río en ese momento, si sabía que al final el niño lo complacería a él en la cama.

Cama que ardía en llamas cada vez que el niño se entregaba a su tío, el tiempo había pasado y el sexo entre los dos había perfeccionado, siempre en dominio Cristobal experimentaba su sexualidad con nuevas posturas y obscenas posiciones dándole más experiencia a el pequeño, una de las más enriquecedoras para el era el 69, ambos se mamaban sus partes íntimas para darse placer.

R- Mmmmhjjjmmm!!!

C- Aaauuuummmmmjjjmm!!!

Ramoncito mamaba la verga de su tío mientras Cristóbal mamaba y se cogia con su lengua el hoyito de su sobrino, Cristóbal sentía como Ramoncito se estremecía al sentir la lengua de su tío en su culito era señal que al niño ya no le disgustaba el sexo con El, incluso sentía que lo disfrutaba, eran tantas y tantas noches de sexo que Ramoncito aprendió a disfrutarlo, ver aquel cuerpo fornido de su tío embestirlo, verle su cara de triunfo cada vez que El terminaba creo en el una admiración llegando a la atracción, sentir como ese gordo trozo de carne lo penetraba con fuerza sin dolor alguno lo motivaban a lanzar sus primeros gemidos de placer.

R- Aaaaaayyy siiii tiooooo!!!! Asaaaayyyy!!!

C- Me pones muy cachondooooo Ramón!!! Aaaaahhhh!!!

Había nacido en Ramón una atracción hacia su tío, que Cristóbal sentía y aunque no decía nada era obvio que el niño ya no era infeliz.

Se acercaba el invierno y Cristóbal debía preparase con leña para la cabaña, había leñado ...