1. Unos vecinos influencers 2. Amistad con Beneficio


    Fecha: 20/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: LuzOscura90, Fuente: TodoRelatos

    ... aburrido... no hay nadie que le guste el fútbol como a nosotros.
    
    Y ahí lo hice. Le abrí la puerta. No solo a mi casa... sino al juego.
    
    Teddy celebró brindando, sus dedos rozando los míos al chocar las botellas.
    
    —Sabes, Armando...— dijo, bajando la voz hasta convertirla en un rumor cargado de peligro —Clara tiene suerte. Un hombre que comparte sus pasiones... es un hombre seguro.
    
    Sus ojos decían lo que su boca no se atrevía: "Y los hombres seguros... suelen compartir más que el fútbol."
    
    Teddy dejó caer la botella de cerveza entre sus piernas, el vidrio frío empañándose contra el tejido fino de sus shorts. Se inclinó hacia adelante, los codos apoyados en las rodillas, y por primera vez desde que lo conocía, vi una grieta en su armadura de chico perfecto.
    
    —Te envidio— dijo, y la voz le tembló de una manera que sonó demasiado real para ser actuación. Sus dedos jugueteaban con la etiqueta de la cerveza, arrancándola en tiras nerviosas—. Tienes esta casa, esa mujer...
    
    Hizo una pausa, alzando la mirada hacia mí bajo esas pestañas absurdamente largas que Clara siempre mencionaba. Una mirada cargada de picardía y algo más oscuro.
    
    —Clara es... brutal— susurró, mordiendo el labio inferior como si luchara por contener las palabras—. Y me imagino que debe tener mil tíos detrás. No sé cómo lo llevas.
    
    El aire se espesó entre nosotros. ¿Estaba Teddy pidiéndome consejos sobre celos?
    
    —No es como Lucy— continuó, hundiendo los dedos en su pelo con un gesto de ...
    ... frustración—. Lucy es preciosa, sí, pero tiene cien mil babosos escribiéndole al día por Instagram. Y no puede mandarlos a la mierda porque es parte de su trabajo.
    
    Se pasó una mano por la cara, la respiración agitada. Por primera vez, el depredador parecía vulnerable.
    
    —Ayer te hablé como un imbécil— admitió, los ojos verdes brillando con sinceridad inesperada—. Y quería pedirte perdón. Es solo que... los celos a veces me matan.
    
    Me recliné en el sofá, sintiendo cómo el poder cambiaba de manos. Ahora era yo quien tenía algo que él quería: control.
    
    —Clara sabe hasta dónde puede llegar— dije, eligiendo las palabras con cuidado mientras observaba cómo Teddy absorbía cada sílaba—. No prohibo, no controlo... pero dejo claro lo que pasa si cruza ciertos límites.
    
    Teddy se mordió el labio, demasiado húmedo, demasiado rojo.
    
    — Y cuáles son esos... límites exactamente?
    
    La pregunta flotó entre nosotros, cargada de posibilidades. ¿Estábamos hablando de Clara... o de nosotros?
    
    —Depende— tomando un trago largo mientras mis ojos se clavaban en los suyos.
    
    Teddy contuvo el aliento cuando me incliné hacia él, reduciendo la distancia a centímetros.
    
    Teddy inclinó su cuerpo hacia mí, los músculos de sus brazos tensándose bajo esa camiseta ajustada que parecía pintada sobre su torso. Demasiado cerca. El olor de su colonia se mezclaba con el alcohol de nuestras respiraciones.
    
    —"Depende" es una respuesta muy... ambigua— murmuró, pasando la lengua por sus labios en un gesto ...
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