1. Mi cuñada y mi hijo


    Fecha: 21/09/2025, Categorías: Incesto Autor: klarisa, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, me llamo Clara, tengo 54 años, cumplidos hace unos días, estoy casada, tengo tres hijos, dos chicos y una chica y trabajo como limpiadora en un centro público. Físicamente soy rellenita, aunque dicen que tengo unas buenas tetas y un buen culo.
    
    Los que hayan leído mi anterior relato sabrán como me lo hice con el sobrino de mi marido, que acaba de alcanzar la mayoría de edad, en la piscina del chalé de mis cuñados, había sido la primera vez que había engañado a mi marido, pero me había gustado tanto que era algo a lo que no estaba dispuesta a renunciar. La verdad es que el marido de mi cuñada no me preocupaba nada, sabía que enseñándole las bragas podía hacer con él lo que quisiera, me preocupaba que mi cuñada se enterara de lo que hacía con su hijo, las circunstancias me ayudaron.
    
    Había pasado una semana desde mi encuentro con mi sobrino, seguía siendo agosto y el calor apretaba, mis cuñados, en parte para presumir de chale, nos invitaron ese fin de semana a una barbacoa, después de comer nos pusimos todos en la piscina a tomar el sol, por la familia de mis cuñados estaba el matrimonio y mi adorado sobrino, por mi familia, mi marido, mis dos hijos, mi hija y yo.
    
    Estábamos todos en traje de baño, parecía una reunión familiar normalita, pero, quizá porque el ladrón piense que todos son de su condición, tuve la sensación de que mi hijo mayor, Iván de 21 años miraba de una manera especial a mi cuñada, que dicho sea de paso llevaba un bikini pequeñísimo, que ...
    ... dejaba ver la mayoría de sus impresionantes tetas. Esa tarde no paso nada, pero al volver a casa busqué la forma de quedarme a solas con mi hijo y le pregunté:
    
    –¿Ver a tu tía en bikini te ha calentado?
    
    Entre mi hijo y yo siempre ha existido mucha confianza, incluido las cosas del sexo, llevaba varios años comprándole los condones, la verdad es que es muy guapo, y por el ritmo al que me los pedía parecía que tenía mucho éxito con las chicas y de hecho me contaba lo que hacía con alguna de sus amigas, yo le animaba a disfrutar, aunque advirtiéndole de que tuviera cuidado, no era cuestión de que dejara a ninguna embarazada y eso nos complicara la vida a todos, comenzando por él.
    
    Ante mi pregunta él se quedó pensativo, anteriormente mi hijo me había confesado que le atraían las madres de algunos de sus amigos, yo ahí le paraba los pies con el argumento de que podía tener problemas si intentaba seducir a mujeres mayores que él y además costarle la amistad con su amigos, pero después de lo corrido con mi sobrino yo sabía que no tenía autoridad para recriminarle nada si mi hijo se decidía seducir a alguna de ellas, tras un de reflexión mi hijo me respondió, un poco avergonzado:
    
    –Lo siento mama, pero es que la tía Luisa, con ese bikini que llevaba, estaba espectacular, la verdad no he podido evitar pensar en follar con ella, pero te prometo que no hare nada con ella, además es mi tía sería incesto y eso está mal.
    
    Vaya parece que en ese momento mi hijo era el adulto de la ...
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