Una herencia familiar muy complicada II - Relatos Eróticos

Una herencia familiar muy complicada II

... experimentaron su primeros escarceos sexuales, que poco a poco se fueron convirtiendo en algo más que cariño y amistad, pues terminaron completamente enamorados y copulando a todas horas y en cualquier lugar, cosa que al parecer no les fue difícil ya que la finca es muy grande.

Por aquellas fechas Ulises tenía otras intenciones, pues tenía pactado con su gran amigo Florencio, el Conde de las cinco Dehesas, la boda de su hijo Zeus con la hija del conde, una joven llamada Venus dos años menor que su primogénito, y por lo tanto heredera del título de condesa. El conde, que era viudo, en los últimos años había dilapidado gran parte de su fortuna con una vida bohemia salpicada de escándalos sexuales, no como Ulises que tenía una saneadísima economía y era serio y formal. Por ello ambos tenían interés en que esa unión fructificase pues el primero estaba acuciado por deudas y a punto de perder sus últimas propiedades y varias empresas, y Ulises ansiaba para su hijo un título nobiliario que con esa boda conseguiría, por lo que ambos habían pactado que Venus cediese como aportación al matrimonio la herencia del título a favor de Ulises, y a su vez este entraría como socio en los negocios de su futuro consuegro saneándolos y saldando todas las deudas, y en un futuro que su hijo Zeus heredase el título nobiliario.

En el año 2000, Penélope, la hija de Catalina que por esas fechas ya era la ama de llaves y la mejor amiga de Gea, se había convertido en una criatura preciosa y a ...

... sus quince años parecía mucho más mayor e incluso más madura que Zeus, ya que además de hermosa era muy inteligente, simpática y muy culta, todo gracias a que Gea se había preocupado de que los profesores particulares de su hijo también le diesen clases a ella. Ulises dándose cuenta que los dos jóvenes tenían una relación muy próxima, por no decir excesivamente cordial, y que dicha amistad que no escondían podía comprometer la boda que él llevaba planeando dos años, se reunió con Gea y con la ama de llaves, a las que el evidente amor entre Zeus y Penélope no las parecía nada mal, y las explicó sus propósitos para con Zeus, instándolas a ambas para que a su vez hablasen con sus respectivos hijos. Les hizo saber que su pacto con el Conde se cumpliría por encima de cualquier otra posibilidad y que no negociaría la opción de anular la boda de su hijo con Venus bajo ningún concepto, ya que él había comprometido su palabra y no pensaba incumplirla.

El problema surgió unos pocos días después de dicha conversación cuando Gea y Catalina le comunicaron que Penélope estaba embarazada de un par de meses. En ese momento Ulises decidió tomar las riendas del asunto y convocó a una reunión con su esposa, con la ama de llaves, la hija de esta Penélope y con su propio hijo Zeus. En esa especie de asamblea, más bien un ultimátum en toda regla, pues más que hablar les dio una arenga más propia de un dictador que de un cabeza de familia, con enormes gritos y gesticulando, les dejó claro a los ...