Una herencia familiar muy complicada II - Relatos Eróticos

Una herencia familiar muy complicada II

... minutos le daré su respuesta.

-Soy Diana Enríquez de Guzmán, hija del difunto conde de las cinco dehesas. Por favor dígale que mi abuela y mis hermanas tenemos un gran interés en hablar con ella.

Tras un breve silencio en el que se notó la respiración agitada y nerviosa de la mujer, dijo:

-Siento su perdida y las acompaño en el sentimiento, el conde era el benefactor de esta residencia. La localizo a la mayor brevedad y las llamo en unos minutos.

Se corto la llamada, y Artemisa, que era la más bromista, por no decir la más gamberra de las cinco hermanas dijo tras soltar una carcajada:

-Ostias, tía, la has acojonado. Igual se cree que pierde su puesto de trabajo, que ahora les vamos a cerrar la residencia al faltar el abuelo. La que has liado Diana.

-Lo que no se es porque no han ido a la Notaria. – fue de nuevo Atenea, la más seria de todas, la que hablaba – Si habrían venido habríamos evitado todo esto.

-Supongo que, intentarían mantener su palabra de acuerdo al contrato que firmaron en su día. - dijo Minerva – Vamos a ver lo que tarda en llamar.

-Lo firmo la madre, el hijo no había nacido aún. – intervino Gea – Es posible que Apolo no tenga ni idea, al igual que vosotras hasta hoy, quien era su padre, pues si Penélope ha guardado el secreto, como a mí por lo menos me ha dicho Catalina que lo han hecho ambas, no debe saberlo.

No había pasado ni un minuto y sonó el móvil de Diana, que de nuevo puso las manos libres y descolgó, oyéndose una voz de ...

... mujer que destilaba firmeza y seguridad, y que antes de que contestase Diana pregunto:

-¿Esta Gea ahí?

-Si niña, estoy aquí, queremos que vengáis tu madre y tú, y si puede ser también tu hijo. ¿Has recibido ya la notificación del Notario adjuntándote el testamento?

-No, no la he recibido. Pero ¿a qué viene ahora esta llamada?

-Ulises en su testamento reconoce que tu hijo es de Zeus, no hace falta que tengamos más secretos. Dile a tu madre que la sigo queriendo y a pesar del tiempo que ha pasado la sigo considerando mi mejor amiga, y a ti como a la hija que nunca tuve. Por favor, venir, que tenemos que hablar.

-Vale, supongo que estáis en el palacete. – dijo tras un breve silencio y escucharse un suspiro - En un rato iremos mi madre y yo, pero Apolo no puede ir, está en el extranjero, en un curso en EEUU. Vuelve en unos días.

-Si niña, estamos en la casa, que también es vuestra, os esperamos con impaciencia, y casi mejor que podamos hablar sin la presencia de Apolo.

Se colgó la llamada, y Atenea dijo:

-Jo, abuela, parece una madre superiora, que forma más seria de hablar, pero parece muy tranquila.

-Os va a encantar, yo quise como os he contado, cuando falleció vuestra madre, que Catalina y Penélope volviesen para cuidar de vosotras cinco y de vuestro padre, pero al igual que Ulises ella tampoco tenía ningún interés en volver a esta casa, lógicamente molesta de que su Zeus hubiese tenido nada menos que cinco hijas con Venus.

-El abuelo era una ...