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Una herencia familiar muy complicada II
Fecha: 22/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... estaba estipulado en el contrato que le obligo a firmar Ulises, tomo posesión como directora de la Residencia para señoritas de la Fundación y dicho evento se publicó en alguna revista de sociedad. Unos días después encontramos a Zeus muerto en su cama, y supongo que sobre la mesa de su escritorio lo que hemos encontrado en la caja fuerte, la revista abierta en las hojas que se publicaba el nombramiento de Penélope con su pequeño hijo, además de la carta que acabamos de encontrar y en la que nos pedía perdón a mí y a vosotras, pero en la que también recriminaba veladamente a su padre su forma de dirigirnos a todos, incluso habiéndole prohibido con amenazas conocer a su único hijo varón. Debió ser el propio Ulises el que encontró la carta y la revista en la que como veis aparecía una hermosísima Penélope y de su mano un niño, con la cara pixelada. Es lógico pensar que abatido y posiblemente también arrepentido por sus actos, recogió la carta y la revista y las guardo para que nadie pudiese leer que su hijo tenía descendencia al margen de su matrimonio. Tras un silencio que duro un par de largos minutos, ninguna de las cinco jóvenes fue capaz de decir nada, hasta que fue Afrodita la que dijo: -No lo sé si lo sabéis, pero mi compañera de la universidad, Li, vive en esa residencia y hace un par de semanas la acompañé a su habitación para recoger unos trabajos. Allí conocí a Penélope, la directora, que es una mujer impresionante, elegante, bellísima, simpática, muy amable ...
... y con una personalidad sobrecogedora que me dejo impactada. Me dijo que la próxima vez que fuese le gustaría presentarme a su hijo, cosa que me extraño, más aún cuando después, Lidia, mi compañera, me dijo que su hijo esta para comérselo, que es guapísimo, alto, fuerte, musculoso y al parecer también muy listo, vamos para mojar pan. Según Li, todas las residentes están loquitas por él, y que incluso algunas le provocan descaradamente, pero al parecer no hace caso a ninguna. -¿Y sabia ella quien eras? – le pregunto curiosa Artemisa - ¿Y porque te lo quería presentar? -No creo que supiese quien soy, pero me dijo que le parecía muy hermosa y que haría buenas migas con su hijo. – contesto algo confundida Afrodita – Solo me presento Lidia como una compañera de la universidad. -Creo que si le dijo como te llamas y lo parecida que eres a tu madre debió darse cuenta. – dijo Gea – Ya de pequeña era listísima, no he visto en mi vida una niña más precoz e inteligente, le daba cien vueltas a mi hijo, y yo la quería de verdad, como si fuese mi propia hija. -Parece que la añoras, – dijo Diana – pero ahora podréis retomar el contacto. Voy a llamarla y pedirle que por favor venga a vernos. Sin más dilación y con enorme decisión, cogió su móvil y marco el teléfono que le había anotado el Notario y espero a que contestase poniendo las manos libres. -Si dígame. -¿Penélope? -No soy su secretaria, tiene desviado su móvil a mi teléfono fijo. Dígame quien la llama y en unos ...