1. Tras darme unos tragos con los peones, se me salió la loquita que llevo por dentro.


    Fecha: 22/09/2025, Categorías: Gays Sexo en Grupo Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... importarme que los otros peones estuvieran presentes, simplemente dejé caer la toalla, me recosté sobre la mesa, y separando mis nalgas con mis propias manos, le ofrecí mis nalgas. En cosa de pocos segundos, comencé a sentir sus dedos todos ensalivados, como los fue introduciendo dentro de mi esfínter, al principio uno, luego dos y así sucesivamente, hasta que poco a poco me los fue metiendo todos dentro de mi culo. En esos momentos, lo único que me importaba era el placer que él me estaba haciendo sentir, así que cuando sacó su mano de entre mis nalgas, y comencé a sentir la cabeza de su verga penetrándome, comencé a chillar, pero de felicidad. Aunque sabía que me estaba dado por el culo, como si yo fuera todo un maricón, la verdad es que no me importó, lo que todos ellos fueran a pensar o lo que dirían de mí. A cada empujón que me daba, con su sabrosa y gruesa verga, yo gemía y chillaba de placer, tal como si fuera una chica, moviendo mis nalgas, como si fuera una puta profesional. Poco a poco fui sintiendo como su verga me fue penetrando por completo, hasta que sus bolas chocaron con las mías, una y otra vez, a medida que él me seguía culeando divinamente. En cierto momento al levantar la mirada, vi que me ofrecían otro trago de ron, y casi de inmediato, otro de los peones, colocó la ...
    ... cabeza de su verga frente a mi boca, la que sin necesidad de que me dijera nada, me dediqué a mamar. Esa noche los cuatro o cinco peones que estaban acompañándome, me han comido el culo, como les dio gusto y gana, además de que en infinidad de ocasiones me pusieron a mamar sus grandes vergas, las que, al compararlas con la mía, resultaban ser inmensas. Cuando al día siguiente me desperté, me encontraba tirado en mi cama, eso sí, hediondo a sexo, semen, sudor, saliva, y quien sabe a qué más, creo que instintivamente, me senté en el inodoro, y expulsé todo lo que me dejaron dentro, el sabor a semen no se me quitó de la boca, hasta que me la lavé con bastante pasta de diente. Luego me estuve duchando por casi una hora, y a medida que me fui enjabonando todo mi cuerpo, y en especial mi culo, me fui acordando de todo lo que hice y me hicieron, pero también me acordé de lo mucho que yo había disfrutado todo eso. Por aquello de no formar un escándalo, después de que me vestí, salí como si nada hubiera sucedido, entre ellos y yo, eso sí al siguiente fin de semana, cuando nuevamente nos pusimos a beber y a jugar cartas, cuando volví a perder, y me dijeron nuevamente que actuara como una chica, lo primero que hice fue dirigirme a mi cuarto, y ponerme un lindo vestidito que había traído, para ese fin…. 
«123»