1. Mi madre busca quedar embarazada, mi primo y yo le ayudamos


    Fecha: 24/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Intercambios Autor: lordlunatico, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ella pudiera adaptarse a la doble invasión. Sergio entró primero, su miembro deslizándose en su ano con cuidado. Mi mamá emitió un gemido de placer y dolor, pero no se detuvo.
    
    —Así, tía, relájate,—susurró Sergio, su voz llena de lujuria. Déjanos entrar.
    
    Una vez que Sergio estuvo completamente dentro, fue mi turno. Me deslicé en su vagina, sintiendo cómo su cuerpo me apretaba con fuerza. Los gemidos de mi mamá se volvieron más intensos, una mezcla de placer y sorpresa.
    
    —Dios mío,— dijo mi mamá, su voz entrecortada. Esto es… increíble.
    
    —Te sientes tan bien, mamá,— respondí, mi voz llena de pasión. Siento cómo tu cuerpo nos aprieta a los dos.
    
    Sergio y yo comenzamos a movernos en sincronía, nuestras embestidas rítmicas y profundas. La habitación se llenó con el sonido de gemidos y el choque de cuerpos, creando una atmósfera de puro deseo y pasión.
    
    —Más rápido,—dijo mi mamá, su voz llena de lujuria. Quiero sentirlo más profundo.
    
    Obedecimos, aumentando el ritmo y la intensidad de nuestras embestidas. Los gemidos de mi mamá se volvieron más desesperados, su cuerpo temblando de placer.
    
    —No paren, por favor,—gritó mi mamá. Me encanta.
    
    Sergio, con sus manos firmes en las caderas de mi mamá, empujaba con fuerza y precisión.—Te sientes tan apretada, tía,—gruñó, su voz llena de esfuerzo y placer.
    
    Yo, desde el frente, sentía cómo su cuerpo me apretaba con cada embestida de Sergio.—Mamá, estás tan mojada,—dije. Siento cómo tu cuerpo nos aprieta a los ...
    ... dos.
    
    El placer era tan intenso que no pudimos contenernos por más tiempo. Con un gemido profundo, Sergio se corrió dentro de su ano, llenándolo con su semen. Al mismo tiempo, sentí cómo mi propio orgasmo llegaba, y me corrí dentro de su vagina, llenándola completamente.
    
    —Sí, así,—gritó mi mamá, su voz llena de éxtasis. Dénme todo lo que tienen.
    
    Los tres quedamos exhaustos en la cama, nuestros cuerpos entrelazados, disfrutando del calor y la intimidad del momento. La habitación quedó en silencio, excepto por el sonido de nuestras respiraciones agitadas.
    
    Después de unos minutos de descanso, Sergio, aún excitado, decidió continuar. Mi turno otra vez, dijo con una sonrisa perversa, posicionándose entre las piernas de mi mamá. Yo me recosté a un lado, observando cómo Sergio volvía a penetrarla, esta vez en su vagina.
    
    —Sí, Sergio,—dijo mi mamá, sus caderas moviéndose en sincronía con sus embestidas. Más profundo.
    
    Sergio obedeció, aumentando el ritmo y la intensidad. Los gemidos de mi mamá se volvieron más desesperados, y pronto, Sergio se corrió dentro de ella, llenando su vagina con su semen.
    
    —Mi turno,— dije, reemplazando a Sergio entre las piernas de mi mamá. Ella me recibió con un gemido de placer, sus caderas levantándose para encontrar las mías. Te siento tan bien, mamá, susurré, mi voz llena de pasión.
    
    El ritmo se volvió frenético, y pronto, me corrí dentro de ella, llenándola nuevamente. La noche continuó así, con Sergio y yo turnándonos para penetrarla por ...