Mi madre busca quedar embarazada, mi primo y yo le ayudamos
Fecha: 24/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Incesto
Intercambios
Autor: lordlunatico, Fuente: SexoSinTabues30
... mano.
Mi mamá, por su parte, no le respondió. Comencé a sentir cómo una sensación recorría mi cuerpo, mi corazón se aceleraba y sentí cómo crecía mi pene dentro de mi pantalón. Veía cada parte del cuerpo de mi mamá, su trasero chocando con mi primo, sus muslos viendo cómo se tensaban en cada penetración, sus senos moviéndose al ritmo de la cogida que estaba recibiendo. Mi excitación aumentaba mientras los veía sin apartar la mirada de ellos.
Sergio aumentó el ritmo, sus embestidas se volvieron más rápidas y profundas. El sonido de sus cuerpos mojados chocando llenaba el baño, mezclándose con los gemidos de mi mamá. Sergio podía sentir cómo su excitación crecía, cómo cada movimiento lo acercaba más a correrse.
—Así, tía, así —decía Sergio, con la voz entrecortada por el esfuerzo—. Eres tan deliciosa.
Mi mamá, aunque intentaba no gemir fuerte, no podía evitar gemir con cada embestida. Sus manos se aferraban al lavabo, sus nudillos blancos por la presión. Sergio podía ver en el espejo cómo su rostro se contorsionaba de placer, cómo sus ojos se cerraban con fuerza cada vez que él la penetraba profundamente.
—Sergio, ya no puedo más —dijo mi mamá, con la voz quebrada.
—Solo un poco más, tía —respondió Sergio, con una sonrisa perversa.
Sus movimientos se volvieron más desesperados, más urgentes. Mi mamá, aunque agotada, trataba de seguirle el ritmo, de no dejarlo caer en la tentación de detenerse.
—Ya voy, tía —dijo Sergio, con la voz llena de deseo—. Ya ...
... voy.
Con un último empujón, Sergio eyaculó dentro de mi mamá. Mi mamá, aunque exhausta, se quedó apoyada en el lavabo, con la respiración agitada, mientras Sergio se retiraba lentamente.
—Sergio, eso fue… —dijo mi mamá, sin terminar la frase.
—Sé que fue intenso, tía —respondió Sergio, con una sonrisa satisfecha—. Pero a veces, lo intenso es lo que necesitamos.
Mi mamá asintió, aún sin aliento. Sergio se sentó en el inodoro, recuperando el aliento.
—Bueno, tía, ¿cuándo sabremos si quedaste embarazada? —le preguntó.
Mi mamá solo lo veía a través del espejo.
—No te preocupes por eso, yo te aviso —dijo mi mamá.
—Bueno, ¿qué te parece si nos bañamos juntos? —dijo mi primo.
—No es necesario —respondió mi mamá, tomando una toalla—. Báñate primero —dijo ella.
Cuando noté que mi mamá iba a salir del baño, me lancé hacia abajo de un aparador de madera que estaba en el pasillo. Solo vi pasar a mi mamá con temor a que me viera, pero pasó de largo y se encerró en su habitación. Sergio, por su parte, se metió a bañar. Cuando escuché la regadera, salí de mi escondite hacia afuera para hacer tiempo y entrar como si recién hubiera llegado.
Más tarde regresé a casa. Sergio estaba sentado en la mesa y mi mamá le estaba preparando algo. Hola, hijo, ¿cómo te fue? ¿Le dejaste lo que te pedí a tu tía? me preguntó. Sí, respondí. Luego me giré hacia Sergio. Te estuve esperando, le dije. ¿Por qué no respondes los mensajes? O perdón, no escuché mi celular, me respondió, ...