Nuevo Poder Cap 1 - Relatos Eróticos

Nuevo Poder Cap 1

... debes entregarte, sin miedo. Sin vergüenza. El ritual requiere contacto piel con piel. Es una antigua tradición que une el alma de dos personas para liberar el verdadero potencial mágico. Tú eres especial, Sakura. Más que una simple portadora de cartas. Eres un recipiente de energía pura. Y yo... soy el guía que te ayudará a encontrarla.”

Sakura baja la mirada. No sabe si debe creerle. Pero algo en su voz, en la forma en que lo dice, la hace sentirse... importante. Elegida. Ella, que siempre ha sido tratada como una niña, ahora se siente como si estuviera a punto de cruzar una puerta que solo unos pocos pueden atravesar.

Él comienza con un roce. Le toma la mano. Luego, suavemente, le acaricia el brazo. Paso a paso, le dice que debe quitarse la blusa. “No temas, Sakura. Es como si te estuvieras preparando para una ceremonia. Todo debe ser limpio. Todo debe ser sincero.”

Ella duda, pero se la quita. Sus hombros son suaves, pálidos, con un lunar pequeño a un lado. Su sostén es blanco, sencillo, de adolescente. Él le pide que se quite también eso. “No puedes ocultarte. La magia no se siente con vergüenza.”

Sakura respira hondo, su pecho sube y baja con nerviosismo. El aire dentro de la habitación parece espeso, cargado de una energía que no entiende bien, pero que la hace sentir vulnerable. Con dedos temblorosos, se toma unos segundos antes de empezar a desabrochar los botones de su sostén. Primero uno, luego otro. Cada clic suena como una campana en sus oídos. Su ...

... respiración se acelera, sus mejillas se tiñen de rojo, pero no aparta la mirada de los ojos de Hiroshi.

Cuando finalmente se quita el sostén, sus senos quedan expuestos. Son pequeños, sí, pero firmes, con una forma ligeramente redondeada, delicada. Sus pezones, de un rosa claro, están erguidos, endurecidos por la mezcla de nervios y la frescura del ambiente. El aire que entra por una rendija en la ventana toca su piel desnuda, haciendo que dé un pequeño respingo, un escalofrío que recorre su columna. Ella cruza los brazos por instinto, tímidamente, pero Hiroshi le toma las manos con suavidad.

“No te escondas, Sakura. Eres perfecta,” murmura él, con una voz baja y ronca, que parece rozarla tanto como sus manos.

Ella baja los brazos lentamente, como si el peso de la situación la estuviera paralizando. Él se acerca, sin prisas. Sus dedos rozan su piel con una delicadeza que parece casi reverente. Empieza por el borde exterior de sus senos, con la yema de los dedos dibuja círculos pequeños, muy cerca de los pezones, pero sin tocarlos aún. Sakura inhala con fuerza, su boca entreabierta, sus ojos cerrándose por momentos.

“¿Te gusta?” le pregunta él, mirándola fijamente, buscando su reacción.

Ella no responde. Solo asiente con la cabeza, con un movimiento casi imperceptible. Sus labios se muerden el inferior, intentando contener un sonido que quiere escapar.

Entonces, él baja su boca. Poco a poco, con la lentitud de un depredador que no quiere asustar a su presa. Sus ...