1. Bailando norteñas


    Fecha: 26/09/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Sven Icaria, Fuente: CuentoRelatos

    Me acabo de despertar de un sueño riquísimo. ¡Te cuento!
    
    Soñé que salíamos de fiesta. Nos íbamos a bailar los dos solos, liberados de los hijos y las demás cargas familiares. Primero bailamos salsa muy rico, pero luego pusieron norteñas y nos sentamos. Estábamos tomando ron. Tú estabas muy alegre, relajada y animada y querías seguir bailando… Pero, como yo no "jalaba" en las norteñas, te invitó un chavo… No lo conocíamos. Te había estado mirando de reojo desde una mesa vecina. Te sonreía y te miraba discretamente. Estaba joven, treintañero, alto, fornido, bien parecido y rasurado. Su rostro tenía rasgos gruesos, mestizos, de piel morena. Llevaba botas de cuero, pantalones vaqueros de mezclilla y camisa de cuadros, cinturón con hebilla grande. Debajo de la tela de su camisa se adivinaba un cuerpo torneado y con buen tono muscular.
    
    Te agarró por la cintura, con seguridad. Sentiste muy rico cuando su mano grande y fuerte se apoyó en tu costado y su otra mano cubrió por completo la tuya. Te llevaba por la pista muy bien, con fluidez y seguridad, como buen macho norteño y… ¡Eso te gustaba! Te reías mucho, te sentías “agarrada”, "suya". Platicaban muy a gusto. Le dijiste que eras maestra y él te dijo que le gustaría ser tu mejor alumno. En ese momento pensaste que estabas lista para darle, verdaderamente, una clase magistral a este "chamaco". Se entendieron muy bien.
    
    Te tenía bien agarrada, apretadita y tú te dejabas llevar. Tenías un vestido oscuro, "vaporoso" a media ...
    ... pierna, suelto y tacones altos sin medias. Se veían tus piernas ricas y se adivinaba la curva generosa de tus caderas. Tus senos resaltaban. Olías muy rico. Tu cuerpo sudoroso desprendía un aroma sutil entre piña coco y sal. Debajo del vestido ligero, te habías puesto un arnés con los pezones descubiertos y unas tanguitas brasileras negras, semi-transparentes y muy sexys. Te habías depilado tu sexo y te habías dejado un "triangulito matemático" de vellitos cortos, muy coqueto en la parte de arriba. Como un "bigotito" que apuntaba hacia tu sexo y decía "cómeme, papito".
    
    Mientras bailaban sentías que sus manos grandes y toscas, con sus dedos gruesos, te asían fuerte, te apretaban rico la cintura. Estabas pegadita a él. También empezaste a sentir algunos roces ligeros su "paquete", grande y muy duro, por cierto… El baile se calentaba y se calentaba. ¡Qué rico! Se te hacía agua la boca. Sentías sus muslos, sus brazos duros, sus manos y también su verga cada vez más dura, creciendo. Olía a "limpio" y también a sudor, en una mezcla muy rica y masculina que te hacía salivar. Los dos lo estaban disfrutando bastante. Tú me echabas un ojo "pícaro" de vez en cuando y yo te sonreía con una mirada cómplice. Yo te mataba el ojo como diciendo que "todo estaba bien", adelante, "no hay pedo", disfruta la noche… El vaquero te preguntó en el oído que "¿Qué onda con tu marido?" y tú le dijiste que tu esposo no era celoso, ¡¡Jajaja!! Tú sabías que yo también estaba gozándolo y que de sólo verlos ...
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