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Bailando norteñas
Fecha: 26/09/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Sven Icaria, Fuente: CuentoRelatos
... dentro los movía hacia adelante y hacia atrás. Ágilmente te presionaba tu vagina desde dentro, justo detrás de tu clítoris. El primer orgasmo fue un relámpago, violento e instantáneo. ¡¡Aaaagh!! Apartaste su mano de tu sexo, entonces te metió en la boca sus dedos mojados con tus propios jugos amorosos. ¡Qué ricooo! Después te volvió a besar para compartir contigo el sabor delirante de tu sexo salvaje. Tus pezones estaban duros y se veían por encima del vestido… El chavo abrió la puerta trasera del coche, te levantó con sus brazotes y te puso en el asiento con las piernas hacia afuera. Te las abrió, se agachó, corrió tu micro-tanguita negra hacia un lado y clavó la cabeza en tu entrepierna. Tú, con una mano te sostenías y con la otra apretabas su cabeza contra tu sexo. Te lamía tus labios vaginales, te los chupaba, te los mordía quedito. Te recorría tu raja con su lengua de arriba a abajo y viceversa. Estaba embriagado, enloquecido con el aroma, con el sabor de tu sexo y con el licor salvaje que fluía de ti. ¡Lo entiendo perfectamente! También te metía la punta de la lengua y te chupaba con pasión tu clítoris duro, erecto y enrojecido mientras te agarraba las nalgas. Estabas a punto de venirte, por segunda vez, cuando abriste los ojos y me viste empalmado, con mi verga al aire masturbándome. Eso te prendió mucho más. En ese instante cerraste de nuevo los ojos y tuviste tu segundo orgasmo. Esta vez más grande, más intenso, más prolongado… Apretaste tu puño y agarraste su ...
... cabello. Apretaste los dientes echaste tu cabeza hacia atrás y gritaste fuerte ¡¡¡Aaaaagh!!! Apretaste su cabeza contra tu sexo mientras le bañabas a chorros su cara con tu eyaculación. Al verte, también ¡El semen salía disparado de mi verga! ¡Yo también me vine! ¡¡Muy rápido como siempre!! Pero esta vez sí era distinto, aquí si tendrías más candela… Respiraste profundo un par de veces. Volviste a mirarme con fuerza, con gusto y con rabia y te bajaste del asiento. Abriste el cinturón del vaquero con su gran hebilla y le bajaste el cierre de su pantalón. Tenía un bóxer oscuro y pegado del que se desprendía un olor a macho. Te arrodillaste y acercaste tu nariz para sumergirte en su aroma, le mordiste suave su verga por encima del bóxer. Lo bajaste despacio, gozándolo y liberaste su poderosa herramienta. Estaba dura y erecta apuntando hacia arriba como un asta venosa. La empuñaste con tu mano derecha y apenas podías abarcarla… La pusiste frente a tu cara y jalaste hacia abajo el pellejo para liberar su cabeza. Observaste la humedad que salía del glande y la probaste con la punta de tu lengua. Te gustó mucho su sabor. Escupiste su verga un par de veces para mojarla mucho más y empezaste a mamársela como solo tú sabes… Succionando con fuerza, disfrutando, con deseo, con ganas, con "rabia". Te enloquecía el olor de su sexo, degustabas el sabor de su piel y de su líquido preseminal. Tu lengua jugaba en su glande, gozabas con su sabor y su textura y recorrías la verga de arriba ...