La familia del marido de mi hermana (21) - Relatos Eróticos

La familia del marido de mi hermana (21)

Recordando viejos tiempos con mi hermana

Como sabía que a Antonio no le iba a gustar que Marisa no me sacase nada y podría pagarlo con ella, me adelanté haciéndole una llamada. Le advertí que si maltrataba de alguna forma a Marisa lo iba a pagar caro. Le volví a decir que no quería fastidiarle y que le dejaría que siguiera con sus chanchullos siempre que aceptará mis peticiones.

El jueves me llamó Sara, sorprendida y a la vez entusiasmada. Antonio la había convencido (o eso creía él) para que invitase a Gertru a pasar el finde en su casa de la playa. Antonio también había hablado con el marido de Gertru para que no pusiese problemas y la dejase ir. Anselmo, el marido de Gertru, que era un perro obediente, no puso objeciones; si lo decía Antonio, se hacía. Cómo las dos estaban al tanto de la situación, no hubo ningún problema.

Ese mismo día, también me llamó Marta. Cristóbal, su marido, le había contado que Sara le había ordenado revisar sus cuentas y Marta, seguidamente, había llamado a Sara para saber qué ocurría. Sara no se había podido contener y le había contado toda la historia.

- No puedo negar tu habilidad para manejar a las personas. – fue el saludo con su voz seca y altiva.

- ¿De qué me estás hablando? – me hice el despistado.

- Lo sabes muy bien. Eres un cabronazo, pero tengo que alabar tu éxito como detective. Jamás nos hubiésemos enterado de cómo es Antonio, a no ser por ti. Nos tenía bien engañados. Por suerte, las cuentas de Sara están en ...

... orden, parece que no ha tocado nada de su dinero.

- No ha tenido necesidad de hacerlo. Tan solo se ha aprovechado de la posición y el poder del dinero de Sara para extorsionar a políticos y empresarios. Con esas extorsiones ha generado su propio dinero, aunque sigue siendo incomparable con el que posee Sara.

- También se que te has acostado con ella. No me lo quería decir, pero se cómo sonsacar a mí hermana.

- ¿No crees que tiene derecho a disfrutar, como lo haces tú. Por cierto, creo que te va muy bien con Rafa.

- Es un chico excelente, no como tú. – oí desdén en su voz altiva.

- Somos opuestos, aunque me da la impresión de que disfrutas de ambas personalidades. Siempre te ha gustado llevar las riendas, y con Rafa lo haces. Estoy seguro de que hace todo lo que tú quieres.

Noté un silencio incómodo al otro lado de la línea.

- Otra vez que te tengo que dar la razón, y no se qué me gusta más, aunque tengo que reconocer que disfruto con ambos.

- Sara se está abriendo mucho, a pesar de lo retraída que parece. – cambié de tema.

- La verdad es que me ha sorprendido, aunque ya la noté muy inquieta cuando le contaba mis aventuras contigo.

- Pues quizás te sorprenda más. ¿Te ha dicho que este finde tiene una invitada en la casa de la playa?

- Me lo ha dicho, aunque no lo he entendido muy bien. A esa mujer apenas la conoce.

- En el fondo no conoce a casi nadie. Antonio se ha encargado de que todas sus relaciones fueran cortas y fugaces. Le vendrá muy bien ...