Follada después de usar un vibrador
Fecha: 29/09/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Sarah Dafne, Fuente: CuentoRelatos
... colgando entre el aparato y mi vagina. Keev lo dejó sobre la mesita de noche, y entonces inclinó su cabeza entre mis piernas para chuparme no solo el dulcecito, sino también mi anito dilatado.
—¡Aaauu! Dale… ¡qué rico, papi! No pares…
Apoyé mis piernas sobre sus hombros y lo dejé disfrutarme mientras gemía y me retorcía de placer. Keev me metió su rica lengua en el hoyito y me chupó produciendo deliciosos sonidos y ronroneos. Y es que cuando mi esposo ronroneaba, poco me faltaba para llegar al orgasmo.
Su lengua pasó por mi monte y después regresó a mi clítoris, me besó las piernas y siguió chupando hasta que decidió ponerse de pie y agarrar su verga. Lo sentí acercarse al hoyito de mi ano y apoyar la puntita de su glande. Lo comenzó a meter y mis ojos se llenaron de lágrimas. Estaba tan excitada que, a pesar de tener mis manos amarradas, las llevé a mi cuello y comencé a presionarme como si me estuviese ahorcando.
—No pares… Dios, qué rico se siente.
Keev gruñía, empujaba y se detenía para que me fuese acostumbrando hasta que consiguió estar totalmente adentro y sus bolas tocaron mis nalgas. Al principio hizo movimientos suaves, pero con forme nos íbamos acostumbrando, sus embestidas aumentaron de fuerza. Aprovechó tenerme de frente e introdujo dos dedos en mi conchita.
—¿Te gusta?
—Sí, mucho…
Él estiró sus manos y me azotó los senos que no dejaban de moverse. Arriba y abajo, grandes y ricos. (¿Quieres verlas? Ve a mi perfil). Ahí, follada en el ...
... culo por una polla gruesa y en el coño por un par de dedos me sentía la más puta. Siempre quería más, y pensé que un par de hombres más no me vendrían nada mal. Uno que me estuviera follando el culo, el otro la concha y el tercero la boca. Que me tratarán como la puta que era.
De hecho, una de mis más grandes fantasías era estar rodeada por varios hombres para que uno por uno me follaran. Que me destrozaran la concha a vergazos y las nalgas con azotes de manos, para que finalmente se masturbaran y eyacularan sobre mi ano. Qué rico sería sentir a Keev penetrándome el ano con sus dedos para hacer que todo ese semen terminara de entrar.
El pensarlo me hizo estallar. Un chorrito salió de mi conchita a pesar de que Keev seguía sacando y metiendo sus dedos. Mi anito se apretó alrededor de la polla gorda de mi esposo y un tremendo terremoto sacudió mi cuerpo.
—Qué zorra, me dejaste todo mojado. Pero date la vuelta que yo no he terminado. Vamos o te follaré esa boca hasta que te sea imposible tragar.
Me coloqué en cuatro patas sobre la cama y dejé que Keev me agarrara del trasero para penetrarme por la vagina. A pesar de estar sensible y de que esta comenzaba a arderme, dejé que mi esposo me follara con violencia, que me golpeara en las nalgas y me halara del cabello hasta que su semen se desparramó dentro de mí y se escurrió hasta el edredón.
Me tiré exhausta en la cama, Keev me abrió un poco las nalgas y observó mi conchita toda rica y deliciosa cubierta de su lechita ...