Dayana, mis inicios en el sexo, 5 - Relatos Eróticos

Dayana, mis inicios en el sexo, 5

... dos dedos impregnados de mi propio flujo, los llevé a mis pezones no sin antes rozar mi clítoris, lo que me hizo estremecerme. Mojé con mis fluidos mis pezones, y les soplé, uno, otro, alternando. La sensación de frío en ellos fue increíble, iba a tener que seguir haciéndolo.

Me paré mientras pellizcaba mis pezones con una mano y la otra la metía bajo mis bragas, masturbándome, tocando mi clítoris y pasando los dedos por mis labios vaginales en lo que caminaba a la cámara. Repentinamente los bajé, dejando ver todo mi triangulo con su matita de pelo recién arreglada, y al mismo tiempo apagué la cámara. No mas espectáculo ese día.

Bien, no mas espectáculo para el, pero yo me había quedado prendida, así que me dirigí a mi cama y empecé a masturbarme, me pellizcaba los pezones hasta hacerlos enrojecer, y frotaba mi clítoris con desesperación. De repente, recordé que había encontrado unos juguetes en el cuarto de mi madre, y fui a buscarlos; un consolador, no, había que introducirlo y no había espacio...aún. Unas bolas chinas que tomé sin saber realmente si las usaría, hasta que encontré lo que quería. Un vibrador pequeño. Regresé a mi cuarto armada con mis tesoros, y empecé por lubricar un poco las bolas chinas con mis propios flujos, y después, a introducirlos en mi culo, no era una sensación precisamente agradable, pero no molesta. Los empecé a sacar y a meter, y fue cuando empecé a sentir el calor que emanaba de mi culo y que se irradiaba por toda mi entrepierna, ...

... excelente. Prendí el vibrador y lo acerqué a mi clítoris, inmediatamente sentí una descarga de excitación, con frenesí saque y metí mas las bolas chinas y apreté el vibrador a mi sexo. El orgasmo fue brutal, largo, intenso. Me dejó sin fuerzas por unos minutos, tras lo cual me paré a devolver los juguetes a su lugar, todavía sin ropa, que me había quitado al empezar a tocarme. Estaba guardándolos cuando oí que llegaba mi madre, como pude metí la caja en su lugar y corrí desnuda a mi cuarto, apenas a tiempo.

Pasaron unos días sin que apenas viera al invitado y siempre en compañía de uno de mis padres, por lo que no pudo hacerme ningún comentario, aunque se que ya había hecho el cambio de tarjeta en la cámara; al tercer día, y con mi mamá en casa, se atrevió a pasar junto a mí, y dejarme algo en la mano, una vez hecho eso, y al darle la espalda para ir a mi cuarto, sentí si mano bajo mi falda y metiéndola hasta el culo me magreó las nalgas un momento. Me alejé rápido para que mi madre no se diera cuenta, pero había logrado excitarme con solo ese movimiento.

Al llegar a mi cuarto vi lo que me había dado, una memoria usb, misma que puse inmediatamente en mi lap, cerré mi cuarto y empecé a ver uno de los videos que tenia, el que decía “este es en tu honor”. Lo abrí y se vió en la pantalla a un sujeto desnudo, con el miembro erecto y una mano menenándolo, rápido y con un ritmo constante, de repente, aumentó el ritmo al tiempo que hacía mas cortos los movimientos, de repente, paró y ...