Cullera 4 - Relatos Eróticos

Cullera 4

... tú deberías hacer lo mismo.

Miguel- ¡Eso digo yo! ¡Que las enseñe como el otro día las dos aquí en el jardín. Fue toda una sorpresa.

Marga- Es que delante de mis hijos pues como que no me sale hacerlo.

Yo- Bufffffff. No creo que debas preocuparte por ellos. Ya son mayorcitos y sabrán más que tú seguramente.

Mario- Lo que me extraña es que Carol aún no esté desnuda con el calor que hace.

Yo- No me piques!Que ya sabes que me hace falta poco.

Miguel- Por mí no te cortes. Así me recreó un poco la vista.Jajajajaja. Y ya si mi mujer se anima…

Marga me miró dudando durante unos segundos y yo le asenti con la cabeza por lo que a la vez nos despojamos de la parte de arriba del bikini.

Si era verdad que sus pechos estaban un poco caídos pero tampoco era para tanto.

Marga- Ves? Cómo voy a comparar? Los tuyos bien firmes y estos…

Miguel- Para mi están genial. Me encantan.

Mario- Y si me permites decirlo a mí también.

Marga se sonrojo al oír a Mario mientras Miguel se reía.

Miguel- Pues ya puestos a mi los de Carol también me gustan.

Mario- Es que tenemos un problemón. ¡Nos gustan todos!

Marga- Eso también es verdad.

Miguel alargó una mano y cogió un pecho de Marga apretando con suavidad y en esta ocasión no hizo gesto ninguno de apartarle.

Miguel- Pero estos más que ninguno eso por supuesto.

Mario y yo mirábamos divertidos como ambos se miraban.

Miguel besó con suavidad el cuello de su mujer provocando que su cuerpo se ...

... estremeciera.

Marga- Hmmmmmmm.

Miguel- Me vais a perdonar pero me voy a llevar a mi mujer y vamos a hacer cosas de mayores. Ahora que estamos solos.

Yo- Jajajajajajajajaja.Venga! Tirar!

Marga se levantó con una sonrisa tonta en la cara.

Marga- Intentaremos hacer poco ruido.Jajajajajaja.

Cuando Miguel se levantó era evidente el estado de excitación que llevaba por la tienda de campaña que se veía en su bañador.

Marga- ¡Mira! ¡Cómo cuando éramos chavales!

Yo- ¡Aprovechar!

Riéndose se fueron a su casa entre besos y roces dejándonos sentados en el jardín.

Yo- Jajajajajaja.Que Dos!

Mario- Si les animamos un poco lo hacen aquí encima.

Yo- ¿Cómo me lo vas a hacer tú? Que hoy me tuviste abandonada.

Mario se levantó ya excitado

Mario- ¡Te quejarás! Te dejé con dos jovencitos!

Yo- Pero no eras tú.

Hay lo tenía,de pie delante mío con un gran bulto en su bañador así que alargué una mano para acariciarla por encima mientras tiraba de él para acercarlo.

Comencé besándola por encima del bañador sintiendo su dureza y como se aceleraba su respiración.

Metí una mano por debajo del bañador acariciándola ya sin el estorbo de la tela notandola caliente en mi mano.

Deslice el pulgar por el resbaladizo glande notando como Mario se estremecía con el contacto mientras bajaba el bañador con la otra mano.

Esa polla que hasta hacía escasas horas estaba dando placer a otra mujer ahora estaba ante mí totalmente erecta preparada para mí disfrute.

Mirándole ...