La practicante (parte 2)
Fecha: 08/10/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DiegoCar123, Fuente: CuentoRelatos
Nota del autor: Está es la segunda parte del relato que empecé anterior mente, dejen en sus comentarios cómo les parece, eso me motiva a escribir más.
–¿Aún no te ha aceptado algún carro?
–No, me vas a tener que aguantar un poco más en tú apartamento –Le respondí.
–Por mí te puedes quedar todo el tiempo que quieras.
Nos miramos fijamente, nuestros ojos decían más que todas las palabras que habíamos cruzado esa noche, observaba sus labios carnosos que me atraían a ella y poco a poco me acerqué sabiendo que ya no había marcha atrás, mis labios aterrizaron en los suyos con delicadeza. Valentina continuaba sosteniendo su vaporizador en la mano, mientras nuestros besos empezaban a acelerar su pasión.
Ella tomó mi cabeza para aprisionarla a su boca, yo puse mi mano en su mejilla para sentir un poco de su piel, el sabor era dulce, su lengua se entrelazó con la mía, un vació se apoderó de mi estomago repentinamente, mis labios soltaron los suyos y recorrieron su rostro para llegar hasta su cuello, Valentina transformaba mis besos en ligeros gemidos contenidos.
Empecé a acariciar su cintura al ritmo de mi boca provocando que ella rodeara con sus brazos mi cuerpo mientras apretaba con fuerza mi espalda. Con cada minuto que pasaba explorando su cuello los gemidos se hacían más intensos, para mí eran el canto de una sirena, un sonido celestial que me obligaba a continuar. Subí mis manos hasta la base de sus pechos que tocaba con delicadeza sobre la tela delgada de su ...
... blusa; los tocaba con ternura, con suavidad, controlando ese instinto animal que me pedía desvestirla y poseerla.
Quería llevarla a un nivel de excitación que la hiciera convertirse en mi esclava, que la hipnotizara, que fuera capaz de aceptar cualquier petición mía esa noche, había esperado mucho para estar con ella y quería disfrutarla sin límites.
Mis manos se escabulleron por debajo de su blusa, recorriendo su espalda y liberaron con destreza su pechos del brasier; al quitarlo, noté que sus pezones me llamaban bajo la tela, sus senos parecían más grandes de lo que yo pensaba, se veían hermosos aún cubiertos por esa blusa que se convertía en la última barrera para que su piel se encontrara con la mía.
Los minutos siguieron avanzando y la agitación en la respiración de Valentina me indicó que ella estaba lista para acceder a mis deseos. Me alejé por un segundo de su cuerpo a lo que ella reaccionó con una mirada de confusión, sin embargo, esto duró apenas unos segundos cuando empecé a desabrocharme el cinturón, noté cómo mordía su labio inferior mientras seguía con sus ojos los movimientos de mi mano deslizando la cremallera y liberando mi pene que ya no podía ser contenido, rebotó en el aire mientras mi mano lo sostenía para mantenerlo quieto.
Hasta ese momento ninguna palabra había salido de nuestras bocas y no fue necesario pronunciar nada para que Valentina entendiera lo que yo quería, se arrodilló entre mis piernas sin soltar el vaporizador que mantuvo en sus ...