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Despertar bisexual
Fecha: 11/10/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Yo tenía veinticinco años en aquel momento sin novia y vivía en un pequeño piso propio que por supuesto estaba pagando de ahí que aprovechase los trabajos de extra en el restaurante. Un ochenta y dos alturas setenta y cinco kilos de peso sin vello corporal y por aquel entonces ya me depilaba completamente por morbo placer gusto que una novia me había acostumbrado. Era bastante suelto en general aunque en ocasiones algo tímido también muy morboso y fácil de fantasear y por supuesto curioso en el sexo. En el restaurante trabajaba por las noches por las mañanas descansaban y las tardes en ocasiones me iba a la playa o al monte a practicar el nudismo cuando podía por lo que tenía un cuerpo bastante moreno y sin marcas como era el mes de agosto estaba de vacaciones en mi trabajo habitual. Era sábado noche y comencé a atender una mesa poco antes de que se cerrase la cocina, la chica o la preciosidad un cuerpo pequeño alrededor de un metro cincuenta y cinco de altura y con poco peso a destacar unas buenas tetas piel canela, tenía un top rojo de tiras en el que se le marcaba no solamente el pezón sino la forma de sus aureolas siendo muy morboso y llamativo, una mini minifalda que se entraba enseñaba casi al completo sus muslos y dejaba muy poco para la imaginación unas sandalias con cordones hasta la pantorrilla con algo de tacón una sonrisa extraordinaria simpática guapa una melena un poquito más abajo de los hombros de color azabache. Solamente verla se me ponía ...
... dura imaginándome mil y un guarrerías con ella. El tipo medía algo más que ella alrededor de un metro setenta fuerte llevaba una camiseta sin mangas que hacía destacar sus bíceps y abdominales el tipo desde luego practicaba algún tipo de deporte también muy simpático y agradable diría que también atractivo con un pantalón corto. Ambos llevaban una maleta cada uno enseguida me dieron las explicaciones de que se habían quedado sin ningún tipo de alojamiento y qué tendrían que pasar la noche en el coche de alquiler pensando que al día siguiente pudiesen tener más suerte en encontrar algún lugar. Como era la última mesa que me quedaba de vez en cuando conversaba con ellos aconsejado en el sitio donde ir y que visitar aunque ellos ya venían en cierta medida con las ideas claras. En una de esas ocasiones que la mujer fue al baño pude ver zarandearse aquella minifalda que duras penas tapaba el final de su culo y no pude evitar observarla aunque con poco disimulo aquel chico se dio cuenta. No sabría decir a ciencia cierta que las tenían pero calculo que entre cuarenta y cuarenta y cinco años. Al acercarme a la mesa el chico me hizo un comentario que me dejó rojo como un tomate, de verdad que está muy buena mi mujer por fuera y por dentro, yo con la voz temblorosa le dije que tenía una bonita mujer, el añadió que lo sabía y que estaba orgulloso de ello. A final de la cena me preguntaron algún lugar para echar una copa y yo como tenía que terminar de recoger les invité a ...