-
El esposo del Mafioso. Cap V
Fecha: 13/10/2025, Categorías: Gays Autor: Fiore, Fuente: TodoRelatos
CAPÍTULO 5. DOMINADO Pietro se contuvo ante la pregunta, buscaba la forma correcta de responder. —¿Que harías o dirías si realmente estuviera enamorado de ti? — Le dijo Pietro mientras se acomodaba entre sus piernas. Augusto se puso nervioso no solo por la pose en la que estaban, él con la camisola abierta sobre un lavamanos y Pietro muy cerca de él, mirándolo fijamente. No estaba listo para que la respuesta fuera afirmativa. Tal vez… ni siquiera quería saberlo. ——Me cuesta creerlo... ¿Cómo podrías estar enamorado de un hombre? ¿De mí? — bajo la mirada con esa última pregunta. —Estoy acostumbrado a que las personas me desprecien por ser hijo de un traidor, pero mi pregunta fue sencilla, ¿estás haciendo todo esto por venganza o porque sientes algo por mí? — quería una respuesta directa. Pietro le levantó el rostro con su mano, — Creo que llevas el tiempo suficiente en la organización para saber que si me quiero vengar de alguien no me caso con él. —le dijo con voz seductora. —Así que solo queda como opción que esté enamorado de ti, tu padre puede ser un traidor pero no tiene nada que ver contigo. — ¿Por qué? —fue lo único que alcanzo a preguntar — ¿Y por qué no? eres guapo, inteligente, interesante y tienes muchas otras cualidades. Así que cuando te ofreciste a tomar el lugar de tu hermana no me pareció mal — Aún no quería contarle toda la verdad. Pietro sabría que a Augusto le costaría procesar lo que había dicho, mientras creció sabiendo ...
... cuál era su orientación, Augusto siempre se relacionó con mujeres, era normal que estuviera indeciso ante la idea de tener una relación con un hombre, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para tener el amor de Augusto. Pietro se inclinó un poco más. —No necesito que me respondas hoy... Pero no voy a mentirte. — Apoyó la frente contra la de él. —Yo sí estoy enamorado de ti, y no pienso esconderlo. Augusto no respondió, no sabia que decir, se abotonó la camisa y salieron del baño en silencio. Se fueron juntos en el auto de Pietro. No le permitió hacer maletas, le dijo que tendrían todo lo que necesitaran. Augusto miraba por la ventana, con el cuerpo aún tenso por todo lo vivido. No sabía lo que sentía. Pero, por dentro, algo le decía que nada de lo que estaba por suceder sería simple… ni frío. Viajaron durante aproximadamente una hora, hasta llegar a una casa frente al mar. —No conocía esta propiedad —dijo Augusto al bajar del coche. —Es nueva. Está perfecta para una luna de miel —respondió Pietro, mirándolo con el mismo deseo que había conocido la noche anterior. Esa mirada hizo que a Augusto le temblaran las piernas. Sabía lo que eso significaba, y por muy extraño que le pareciera… no sintió miedo. Entraron a la casa. Era amplia y hermosa; desde la sala se podía ver un balcón con vista al mar, justo a tiempo para ver el atardecer. Pietro lo invitó a salir al balcón, donde los esperaba una botella de vino servida sobre una mesa, junto a ...