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Internado Femenino Santa Cecilia 1
Fecha: 17/10/2025, Categorías: Transexuales Autor: Birkin1990, Fuente: TodoRelatos
Internado Femenino "Santa Cecilia". Capítulo 1: El error había sido monumental, pero para cuando Mari se dio cuenta, ya era demasiado tarde. Su solicitud para el prestigioso Internado Femenino "Santa Cecilia" había sido aprobada por un cruce de datos en el sistema, confundiendo su nombre —Mario— con el femenino "Mari". Él, que solo buscaba una educación de calidad lejos de su pueblo, se encontró de pronto en el vestíbulo de un edificio de piedra impecable, rodeado del murmullo y los aromas dulces de cientos de jóvenes mujeres. El primer día fue un tormento de miradas curiosas y de esconderse en los baños para cambiarse. Pero algo extraño comenzó a suceder. La noticia de que había "un chico" en Santa Cecilia se filtró no como un escándalo, sino como un secreto a voces. Las miradas de sorpresa se transformaron en sonrisas cómplices, en susurros que no sonaban a burla, sino a intriga. Mari, con sus modales suaves y su figura delgada que pasaba desapercibida bajo el uniforme femenino que le habían asignado, no era una amenaza. Se convirtió, para su asombro, en una fascinación. Era el elefante rosa en la habitación que todas veían pero de cuya existencia nunca hablaban abiertamente. Una presencia masculina, contenida, accesible y, sobre todo, segura dentro de los muros de aquel mundo cerrado y exclusivamente femenino. Mari cerró los ojos. Esto no era la vida estudiantil normal que había imaginado. Era un torbellino susurros y miradas. Era caótico, abrumador y ...
... profundamente incorrecto. El rumor, como todos los rumores verdaderamente jugosos en un espacio tan cerrado, había llegado a oídos de la directoraClaudiaincluso antes de que Mari pusiera un pie en el internado. Un cruce de datos, un error administrativo… un chico. La información era tan delicada que ella misma la custodiaba como un secreto de estado, un as bajo la manga que valía más que cualquier donación. No lo citó de inmediato. Lo observó. Lo vio moverse con torpeza graciosa entre las alumnas, notando la creciente y eléctrica curiosidad que generaba su presencia. Lo vio convertirse, día a día, en el susurro húmedo de los pasillos, en la fantasía compartida de maestras y estudiantes por igual. Y supo que ese poder latente, ese deseo colectivo, era algo que quería reclamar para sí misma primero. La citación a su despacho llegó en una nota lacónica y formal entregada por la prefecta. "Asunto disciplinario". El corazón de Mari se convirtió en un puño de hielo. Es el fin, pensó, me expulsarán. El despacho era como un santuario a la severidad: muebles de roble oscuro, estantes repletos de libros de actas y retratos de mujeres con rostros implacables que parecían juzgarlo desde las paredes. El aire olía a cera de pisos y a autoridad. —Siéntate, Mari —dijo la directora Claudia sin levantar la vista de unos documentos. Su voz era clara, fría. Mari obedeció, las manos sudorosas apretadas sobre su falda plisada. Los minutos pasaron, llenos solo por el rasgueo de la pluma ...