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Mi Madre Desnuda ante el Espejo
Fecha: 09/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... una compañera de piso, o una mejor amiga, me hubiera pasado lo mismo, razonaba. Pero, casi inconscientemente, buscaba el tropiezo con mi madre, el verla cambiándose, o depilándose, o forzar un encontronazo en el baño. No me hizo falta esforzarme mucho buscando ese encuentro. Apenas unos días después de esa noche con ella, me llamó desde su habitación. Cuando acudí, me la encontré desnuda frente al espejo de cuerpo entero de su dormitorio. Se estaba observando de arriba abajo. - Cariño, ven un momento… ¿me ves más gorda? –preguntó sin apartar la mirada del espejo. Me quedé shockeado al principio, no me lo esperaba. Sin embargo, me alegré de verla nuevamente sin ropa, y de no haber tenido que buscar ninguna excusa para hacerlo. Era ella la que me había llamado. - Mmmh no… yo te veo igual –aseguré. Se cogió los pechos con ambas manos, primero sopesándolos, y luego subiéndoselos hacia arriba. Parecía querer evitar el efecto de la gravedad. - ¿Estás seguro? Mientras me hablaba no me miraba a mí, sino que no quitaba la vista de su imagen reflejada. - Que sí mama, de verdad. Yo te veo igual que siempre –aseveré, y era verdad. Mi madre se dio la vuelta para verse la espalda y el culo. Se ponía de puntillas, y después apoyaba todo el pie, viendo cómo su figura se alzaba alternativamente. - Es que me he engordado un par de kilos. Qué te parece –me dijo, esta vez ya mirándome y sonriendo, “posando” con las manos en las caderas. Me rasqué la barbilla pensativo. Le di varios repasos ...
... desde la cabeza a los pies. Ya que me pedía que juzgara si la veía más gorda, no iba a desperdiciar la ocasión y sacié mis ansias de contemplarla. Por supuesto, me detuve unas cuantas veces en las tetas, y en el coño, que seguía con abundante vello oscuro. - Pues o la báscula está mal, o no se te nota nada. Yo te veo igual –sentencié. La había visto desnuda no a diario, pero sí con mucha frecuencia desde que podía recordar. Y jamás había me despertado el instinto sexual que se estaba apoderando de mí desde hacía unas semanas. - Bueno, te tendré que creer. Eres la única persona que lo puede valorar bien –comentó con una risa–. Voy a preparar algo de cenar, ¿te parece? –y se puso unas bragas limpias de su cajón, y el habitual camisón para estar por casa y dormir. No sólo estaba mi interés por ella. Además, mi madre o bien se daba cuenta y alimentaba ese deseo, o bien parecía empezar a sentir algo parecido. Y no sabía cuál de las dos opciones era peor.--------------- A partir de entonces empecé a tener menos escrúpulos, y dejé de intentar ahuyentar el deseo. Al contrario, ahora no sólo buscaba verla a ella sin ropa, sino que yo mismo me mostraba desnudo con el menor pretexto. El problema radicaba en que en una casa, las posibilidades eran escasas: cambiarme de ropa, e ir a ducharme, poco más. No obstante, me lo monté bastante bien: cuando estaba yo en mi cuarto, y oía que ella se acercaba por el pasillo, me quitaba la ropa disimuladamente, como si en ese momento me cambiara. O me ...