1. Confesiones de un verdugo


    Fecha: 24/10/2025, Categorías: Gays Masturbación Dominación / BDSM Autor: Gavin, Fuente: SexoSinTabues30

    ... recibiendo a un nuevo fiel para su templo.
    
    _ Mira, chico, aquí no perdemos tiempo en formalidades. Además, estás sucio y transpirado. Vas a darte un baño y después hablamos.
    
    Gustav se desconcertó, pero obedeció. En un rincón del sótano hay un caño oxidado, en lo alto de una pared, que usamos para bañarnos cuando apestamos a sudor, pólvora y sangre. Uno de los prisioneros que había pasado por mis manos sabía de plomería y nos hizo el favor a cambio de lo único que le podíamos ofrecer: una muerte rápida, sin torturas ni mutilaciones, y enterrarlo para que los animales carroñeros no se lo comieran.
    
    Me causó gracia que Gustav doblara su ropa y la pusiera sobre la silla, como un niño obediente en casa de sus padres. Pero ver su cuerpo desnudo me dejó sin aliento. Había visto alguna vez estatuas griegas (en ese momento no sabía que eran de Grecia) y este chico era tan perfecto como aquellas. Mika también estaba impresionado, y no había que ser un genio para darse cuenta que la vista del muchacho desnudo lo estaba excitando.
    
    _Deja de mirar y ayúdalo, Mika. Enjabónalo bien. Especialmente su trasero_ agregué con malicia.
    
    _Me puedo enjabonar solo, señor_ dijo Gustav.
    
    _No. Tenemos que asegurarnos que no llevas nada escondido. ¡Asegúrate de eso, Mika!
    
    _¡Sí, señor!_ dijo Mika, contento de tener la oportunidad de manosear el cuerpo del prisionero.
    
    Me crucé de brazos, con gesto aburrido, pero me divertía ver cómo Mika metía sus dedos en el agujerito de ...
    ... Gustav.
    
    _¡Oye, eso no es correcto!_ protestó el chico rubio.
    
    _¡Cállate! ¿Revisaste bien, Mika?
    
    _No, señor. Tengo que profundizar_ dijo sonriendo. Y penetró con dos de sus dedos al chico, que no pudo reprimir una queja.
    
    _¡Asegúrate bien, Mika! ¡No quiero sorpresas!
    
    Mika deslizaba sus dedos aprovechando la lubricación del jabón. Era evidente que se estaba aprovechando del muchacho. Justamente, esa era la intención.
    
    Gustav estaba indignado. Le arrojé una toalla que solo usábamos en ocasiones especiales.
    
    _Mika, llévate eso y quémalo_ ordené.
    
    _¡Es la única ropa que tengo!_ protestó el prisionero.
    
    _Ya no la necesitarás.
    
    Y en eso no le mentí.
    
    _Ven aquí.
    
    El chico se paró en donde le dije. Entonces advirtió que de la viga del techo colgaban sogas.
    
    _ Levanta los brazos_ le ordené.
    
    Habitualmente ato a mis prisioneros de tal manera que apenas puedan apoyarse en la punta de sus pies. Eso me facilita el trabajo de ablandarlos. Pero esta vez dejé que sus pies (qué belleza) se apoyaran firmes en el suelo y lo amarré por los tobillos.
    
    _Quiero que me escuches atentamente_ le dije, jugando con su pelo mojado_ Voy a darte una gran oportunidad. Serás el primer hombre blanco del comando. Al principio, no tendrás que pelear. Solo te tomaremos fotos con nuestro uniforme y con nuestras tropas. Será un poderoso mensaje al mundo. Sabemos cómo son ustedes los adolescentes europeos: descontentos, rebeldes, aventureros. ¡Vendrán en masa a combatir por la liberación de mi ...
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