Cuando trabajas en un trabajo de hombres III - Relatos Eróticos

Cuando trabajas en un trabajo de hombres III

... atragantaron y hizo que no pudiera contener su semen en mi boca, saliendo me por la nariz y cuando se aparto acabe de escupir lo que no alcance a tragar, si hubiera entrado alguien en ese momento mi imagen era para llorar, arrodillada la braga a medio quitar mi cara y tetas llenas de semen y el suelo lleno de los escupitajos de la arcada que acababa de tener, mientras José exhausto sentado en el suelo abierto de piernas, desnudo con su polla aun mirando al cielo y las ultimas gotas de semen cayendo al suelo.

-¿Contento? Le dije medio en serio medio en broma.

-Bueno hubiera preferido follarte o incluso probar tu culo, pero desde luego ha sido la mejor mamada que me han hecho.

-Si claro el culo, no te jode me reventaste el coño, te voy a dar mi culito, si ya con la de mi marido es un infierno.

-No me jodas ¿te ha follado el culo?

-Ya que se me ha ido la pinza y tampoco quiero que te pongas muy gallito, un par de veces, al principio de salir, era muy joven e ingenua, pero no pase de que la introdujera y la tuvo que sacar rápido, me dolió y no me gusto nada. Déjate de cuentos empieza a limpiar esto y vístete que aun nos van a pillar.

Yo fui la primera en salir, no me había dado cuenta y casi había pasado una hora desde que me había ido, el resto de gente no sé, pero mi marido estaría expectante por mi ausencia. Al llegar a la piscina donde ya estaba preparada mi marido estaba sentado al lado de Nuria charlando con ella, Nuria se había cambiado e iba con una ...

... camiseta sin mangas y una braguita de bikini solo, resumiendo enseñando las tetas, mi marido y los tres de alrededor charlaban animadamente con ella sin perder de vista cualquier resquicio o movimiento que dejara más teta a la vista, hay que joderse la muy zorra me estaba sirviendo de tapadera, haciendo la zorra, ese pensamiento fue fugaz y mi ceño fruncido paso rápidamente a mi sonrisa angelical, a fin de cuentas se acaban de correr en mi boca a menos de 10 metros de donde mi marido estaba disfrutando de las vista que ofrecía mi compañera. Llegue a la mesa y me senté al lado de mi marido como si no hubiera pasado nada, aunque si alguien se hubiera fijado en el sostén de mi bikini hubiera visto mis pezones intentando rasgar la tela y una pequeña zona más oscura en el centro de mi braguita.

La sobremesa fue menos intensa, la hija de puta de Nuria, bueno su par de melones fueron el centro de atención de los cafés y las copas que vinieron después de la comida, José soltó alguna de sus “gracias” de chulo machista en la conversación con mi compañera, pero evidentemente eran para mí, no se que pasaba con este tío, se que con otro me hubiera enfadado y dejado de hablar, pero no se porque narices mi entrepierna se mojaba, cuanto más cerdo y chulo se ponía mas mojada iba, esto empezaba a ser un problema y más cuando el final de la mamada no me gusto nada, me sentí forzada a tragar su semen y en lugar de enfadarme, me ponía caliente como me forzó a recibir su semen hasta el limite de ...