1. Mi dócil sobrinito bebé II


    Fecha: 01/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Incesto Autor: Cairo, Fuente: SexoSinTabues30

    A la mañana siguiente me levanté temprano, y ahí estaba Caramelo, dormía como un tronco y su cara de inocencia me conmovió, me pareció justo darle de desayunar, no se me había pasado la calentura en toda la noche. Acerqué mi verga a sus rosados labios, los cuales abrió como un acto reflejo, aun medio dormido inhalo fuerte, como para reconocer su presa, inmediatamente empezó a succionar como solo un bebé sabe hacerlo, abrió los ojitos y al reconocerme sus ojitos reflejaron una sonrisa que su boca completamente llena no podía. Me tomo la cadera con sus manitos, como para asegurarse que no le iba a quitar la mamadera de carne. Esta vez la hice cortita, fueron apenas unos diez minutos hasta que descargué toda mi leche, apenas empezó a salir, Caramelo trato de meterse más el pico y apretó muy fuerte sus manitas en mi cuerpo, hasta las uñas, fue un dolor muy rico. Entendí que entonces el dolor se puede disfrutar, el mismo niño me lo estaba dando a entender. Cuando terminé y le saqué el pico de la boca, se corrió algo de semen por la comisura de sus labios, lo que con los dedos se los devolví a su lengüita, luego lo besé sintiendo el sabor y olor de mi propio semen en la boca del niño.
    
    salí a hacer algunos trámites para luego pasar a la pastelería a revisar los pedidos de la semana, me sorprendió encontrarme a esa hora con José Carlos, tipo diez de la mañana, debo confesar que el corazón me dio un salto al verlo. Lo miré a los ojos al saludarlo, mantuve mi mano un segundo más en ...
    ... el contacto y con la otra toque su cabeza, entre la nuca y las orejas, nada extraordinario, pero que puede ser muy significativo según se haga, todo está en el cómo. Se notó nervioso y se ruborizó, luego saludé al resto, haciendo notar a José Carlos la diferencia.
    
    Necesito hacer un orden en la bodega y actualizar el inventario ¿será posible que un día te quedes hasta más tarde conmigo? Le dije, nuevamente mirándolo muy fijamente. Me respondió afirmativamente, como siempre lo hace, pero nuevamente se ruborizó, luego sonrió con su expresión infantil que tanto me gusta. Mañana entonces, le dije. Les avisé al resto que hoy no me aparecería hasta el turno de la tarde.
    
    De ahí me fui a comprar un juguete para empezar a dilatar el anito de Caramelo, justo encontré un taponcito para principiantes, no me da pudor comprar esas cosas, pero me calentó un poco la expresión del vendedor cuando le expliqué que necesitaba algo para un primerizo “Esto es lo que necesita, muchos papás lo compran” dijo maliciosamente. De solo escucharlo se me puso duro el pico y se anunció bajo la tela del pantalón, él mismo me ofreció un lubricante con lidocaína “pal dolorcito” y una pomada “pa’ después” Me fui enseguida a la casa, Caramelo ya debía estar levantado y desayunado, la abuela lo acostumbró a llevarle el desayuno a la pieza. Efectivamente ahí estaba mi bebé, que solo al verme se me fue a abrazarme, poniendo su carita a la altura de mi verga como queriendo comprobar que seguía ahí.
    
    La tarea ...
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