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Mi dócil sobrinito bebé II
Fecha: 01/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Incesto Autor: Cairo, Fuente: SexoSinTabues30
... Me dijo que sí “Sí, señor Tommy” (era el único que me llamaba así) en medio de un pequeño escalofrío de su cuerpo. Cerré media hora antes, no podía aguantar más. Apenas nos quedamos solos, fui a la oficina y detrás de mí, José Carlos. ¿Qué vamos a hacer primero, señor Tommy? Me dijo. ¿tú que crees? Lo tomé con fuerza y lo atraje hacia mí, lo besé y él intentó resistirse, en otra situación hubiera intentado seducirlo románticamente. Ahora no. Desde que tan solo hace unos días Caramelo me tomó el pico mientras meaba, necesita urgente romper un culo, y el de Caramelo sería el postre, no la entrada. No hice caso a su resistencia, lo besé con fuerza, mientras restregaba mi humanidad contra la suya, su cuerpo parecía más frágil aun, se sentía suave y sus curvas se habían mantenido disimuladas con su ropa suelta, pero entre mis manos se evidenciaban, sus hombros, su pecho y vientre, y por supuesto sus nalguitas ¡Qué redondez más exquisita! El adolescente solo trataba de zafarse, se resistía según sus fuerzas lo permitían, tuve que ponerme algo rudo, lo abofetee en la cara, charchazo que resonó seco en la sala, ante el golpe se le soltaron las lágrimas y redujo su oposición, solo atinó a decir entre sollozos moqueados ¡Por favor, no, Señor Tommy! Casi inaudible. El muñeco estaba entregado, la diferencia de envergadura física y la dependencia económica del trabajo que lo sostenía eran el sustento de la sumisión. Lo bese en todo su cuerpo, con deseo y fuerza, le dejé ...
... enrojecido su cuello y tetillas y otras partes, lo voltee contra el escritorio, desnudo e indefenso, aun lloriqueando, pero sin ninguna resistencia, su culo blanco y lampiño, con sus nalgas pequeñas pero firmes estaban a mi disposición, quería romperle ese culo, pero también impregnarme de su sabor, lo agarré con mis manos, les separé las nalgas y dejé a la vista su ojete redondo y sueve. Recibió mi lengua con un estremecimiento, después de un par de intentos su esfínter cedió y pude lamer un poco más adentro y sentir el sabor indescriptible de un esfínter adolescente. Después de unas nalgadas fuertes para mantener mi dominio y dejar marcadas mis manos en su blanco culo. Tuve la deferencia lubricarme el pico antes de meterle de un solo empellón la cabeza. Ahora no pedía que parara, eso era causa perdida, así que solo repetía mi nombre sollozando ¡Señor Tommy! ¡Señor Tommy! … lo tomé como un indicador que yo seguía siendo su señor, ahora su amo también. Dejé un rato mi pico ensartado hasta solo la cabeza antes de meterlo entero en un segundo empellón, mientras le sujetaba la cabeza y oía sus sollozos y cada vez más bajito como repetía mi nombre como un cantito. Estaba consumando mi descargo de tanta calentura acumulada por culpa de mi sobrinito, así que le di fuerte por mucho rato, ahora bombeando mi pico dentro del esfínter de José Carlos, lo sacaba completo y lo volvía a meter de nuevo en ese estrecho pero rendido agujero, finalmente lo abracé fuerte y le hice saber con mis ...