1. Una joven accidentada y un hombre maduro (1 de 3)


    Fecha: 02/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mc70, Fuente: CuentoRelatos

    No había empezado bien el día. Como uno de tantos, la mañana había comenzado con un nuevo cruce de acusaciones entre mi esposa y yo. No podía decirse que las cosas estuvieran yendo bien los últimos meses. ¿Quizá los últimos años?
    
    Ni desayunar me apeteció en casa, porque estaba deseando salir de ella y poder pensar que había otra vida. Tras 18 años de matrimonio, las cosas no iban ni bien ni mal; sencillamente, pareciera que no iban. Los años de Universidad y de risas, de fiestas, de copas… habían dado paso a otros años donde las fiestas no eran menos divertidas, aunque sí algo menos alocadas. El sexo, por contra, había seguido siendo el mismo. Habíamos evolucionado poco en nuestra técnica, en nuestras fantasías, que jamás se habían visto cumplidas… o por atrevidas, según opinaba ella, o por inexistentes, según intuía yo.
    
    El coche avanzaba lento y mortecino por las calles de la bulliciosa ciudad. Todos parecían tener prisa por llegar a su destino. Todos parecían que tenían claro el objetivo de su día, el objetivo de su vida. Esa maldita sensación de que la vida se escapaba sin saborearla al máximo estaba siendo un sabor demasiado continuado en mi paladar cada mañana.
    
    Pasar cerca de la Universidad cada mañana era un soplo de aire fresco. A mis 42 años, no me podía considerar ya un viejo verde, pero la sensación de avanzar entre jóvenes me devolvía por unos minutos a mi vida de juventud, a esa vida donde uno piensa que la vida es un libro donde uno tiene la ...
    ... posibilidad de escribir cada página a su antojo. Y a veces, o uno se queda sin tinta en el bolígrafo y otras… otras, sencillamente, deja pasar hojas sin rellenar, a sabiendas que luego, uno puede lamentarse.
    
    Entre esas hojas en blanco, sin duda, estaba la infidelidad a mi esposa que jamás había cometido y siempre había sido una de las páginas que más me hubiera gustado escribir. Avanzar entre jóvenes de 20 años no era el mejor sitio para olvidar ese sueño. A pesar de ello, siempre guardaba especial cuidado en circular lo más despacio posible para no tener problemas con las cada vez más numerosas bicicletas que el Campus atraía. ¡¡Qué distintos los tiempos!!
    
    De acuerdo, el hecho de ir despacio también me permitía poder examinar de manera más que detenida los cuerpos de las chicas que acudían puntuales a su cita con la sabiduría.
    
    Gracias a mi prudencia, he podido evitar más de un accidente. La chica que avanzaba a mi lado por el carril bici era del tipo que es imposible no mirar. Una falda corta, camiseta blanca ajustada y esa prenda objeto de culto: una cazadora vaquera. Pañuelo al cuello y un bolso enorme eran los complementos perfectos para ser la chica fashion que tendría que rivalizar con cientos de competidoras en cuanto a ropa, complementos y peinado. Qué diferente la Universidad hoy en día de la que yo recordaba y cuánto enviaba a los chicos de ahora.
    
    Fue rápido y casi como esas pruebas de los concursos donde se encadenan golpes, bolas que caen, palancas que accionan ...
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