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La madre de mi fámula
Fecha: 02/11/2025, Categorías: Hetero Infidelidad Autor: Tita, Fuente: SexoSinTabues30
... recordé que el sábado también pasó Eduardo por mi recámara. –A veces le ayudan algunos amigos míos… –contesté cínicamente, yéndome de la lengua, pero ya ni modo… –Sí, no ha de ser tan malo, sólo es mal visto por algunos, pero ha de dar mayores satisfacciones –dijo sin sorprenderse–. Eso hubiera hecho yo antes que mi marido me dejara y hubiera tenido menos problemas para satisfacer mis bochornos nocturnos –dijo y con esto supuse que no hubo nada entre Saúl y ella, al menos mientras trabajó con nosotros. –¿Y cómo le hace para resolverlo? –pregunté curiosa al abrir una botella de brandy para echarle un poco a mi café– ¿Quiere un poco de piquete? Le pregunté acercando la boca de la botella a su taza, y ella asintió. –Sí, gracias –me dijo y puso la mano en señal de que era suficiente–. Con eso, porque se me sube pronto. Tan pronto como quieren hacerlo algunos de los vecinos, viudos o divorciados, que me hacen plática en esta privada –confiesa, pues trabaja en el mismo condominio horizontal donde vivo. –¡Ah, caray!, cuénteme cómo la abordan –supliqué. –Sí le cuento, pero no le daré nombres –me advirtió, aunque no me sería difícil saber a quiénes se refiriera–. Sólo a dos que tres les he aceptado sus requiebros, pero nunca dinero, que no me lo han ofrecido, pero sí algunos regalitos, además de que no son de malos bigotes y están en muy buena forma para dar satisfacción a mis necesidades –precisó para poner en claro las cosas–. Sin embargo, hay uno que es muy insistente y ya rebasa ...
... los 70, pero no quiero porque ¿qué tal si le da un infarto mientras está sobre mí? –¡Ja, ja, ja! No creo que pase algo así, son muy aguantadores, me consta… –dije acordando me que casi todos mis machos rebasan los 70 o por ahí andan, con excepción de Rogelio, mi “bebé”, a quien le llevo 20 años– ¿Qué tanto le dice? –insistí. –Es un señor que casi siempre saca a pasear a su perro cuando llego y dice que también lo saca en las tardes. El perro me gruñe y se tira a morderme –en ese momento supe a quién se refería: un sujeto muy atento pero que se le cae la baba cuando me ve corriendo en la zona del jardín comunitario, obviamente porque mis chiches saltan mucho–. Una ocasión que paseaba sin perro y yo lavaba la cochera de doña Talía, le pregunté porque sacaba a un perro tan bravo. Me contestó que el perro sólo se ponía así conmigo, con los demás no. “Ha de ponerse muy celoso al verla”, dijo, y más explicaciones. Dijo que él creía que ocurría así porque de inmediato ha de cambiar mi olor al verla caminar con alguna blusa y falda ajustadas. “Sus movimientos acentúan su belleza”, dijo lanzándose, miró mi pecho y se relamió la boca, también su caminar me excita cuando se retira –explicó doña Lupe, quien también es chichona como yo, pero sus nalgas sí son de concurso. –Bueno, usted levanta suspiros por donde pasa, eso no es raro –dije exculpándolo. –¡No! A que no se lo dice a usted que está bonita y su pecho mejor que el mío –retobó. –Será porque soy casada, tengo 35 años más que usted ...