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Una herencia inesperada VII
Fecha: 02/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... mejillas, solícitamente la cogió la bolsa y la maleta, y mientras hablaban animadamente, juntos recorrían el trozo de calle que los separaba de la finca. Elena, mientras se acercaban, se dedicó a analizar lo poco que podía verse de la monja, ya que iba vestida con una gabardina de camuflaje más bien larga y con capucha que no dejaba apreciar ni el color de su pelo, pero si parecía muy alta, incluso más que Miguel, ya que además no usaba tacones. Al llegar a la altura de Elena, Mel las presento, diciéndole primero a la recién llegada: -Esta es Elena, la que ha ejercido de madre de Andrea desde que falleció tú hermana, y esta – dijo dirigiéndose a Elena – es Anastasia la tía de Andrea. Tras saludarse efusivamente ambas mujeres siguieron a Miguel dentro de la casa, y en el hall de la entrada dejo la maleta y el bolso, más bien un macuto del ejército, y cuando Anastasia se quitó la gabardina, que coloco sobre la maleta, Elena y Mel se quedaron muy sorprendidos ya que Anastasia iba vestida de militar. La cocinera no pudo evitarlo y la pregunto de sopetón: -Yo tenía entendido que eras monja, por lo menos eso me dijeron las monjas cuando intente localizarte al fallecer Paulina, la madre de Andrea. -Bueno de eso hace ya trece años, - contesto la militar – y en esos años en mi vida han ocurrido muchas cosas, y la gran mayoría poco agradables, pero que han forjado mi carácter. Lo primero que debo decirte es que tu mensaje lo recibí casi un año después, ya que en ...
... aquellas fechas estaba en plena selva recorriendo como novicia de la orden países en conflicto como Ruanda, Tanzania, Uganda, República del Congo y Kenia. Pero dejemos de hablar de mí, ¿Dónde está mi sobrina? -Voy a llamarla ahora mismo. – dijo Mel a la vez que decía a Elena – Pasar a la cocina y dale a Anastasia algún refresco que me ha dicho que venía andando desde bastante lejos. Mientras Mel subía a llamar a Andrea, Elena y Anastasia pasaron a la cocina y allí le recrimino la primera: -Podrías haberme llamado y Andrea te hubiese ido a buscar en coche. -Bueno ya estoy aquí, - dijo sonriendo Anastasia – y si me haces el favor me gustaría tomarme una cerveza fresquita. -Faltaría más. – dijo Elena sacando dos botellines de uno de los frigoríficos – Yo te acompaño y vamos a picar un poco. Elena había preparado unos aperitivos para antes de comer y coloco en la mesa un plato de jamón, uno de queso y unas tostas con pate. No les dio tiempo ni a escanciar la cerveza en las dos copas, cuando aparecieron todos los habitantes de la casa encabezados por Andrea que se quedó mirando alucinada a su tía que aún permanecía de pie, y no pudo evitar decir: -Madre mía, esto sí que es una tía, vaya altura ¿Cuánto mides? -Uno noventa, - le respondió Anastasia y la pregunto - ¿Andrea? Ante el gesto afirmativo Anastasia se acercó a ella y la abrazo con mucho afecto pero sin darle ni un triste beso, parecía que estaba como coartada ante la presencia de su pariente a la que ...