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Una herencia inesperada VII
Fecha: 02/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... cometían, sobre todo con las mujeres y los niños y me involucré en la defensa de esos colectivos en Ruanda, Uganda, Kenia, etc. Recorriendo esos países, desde los 20 hasta los 22 años, fui concienciándome de la brutalidad y salvajismo de los seres humanos, y ante las atrocidades que llegué a ver, perdí totalmente mi fe. Al comprobar que poblados enteros eran asaltados, sus mujeres violadas sin importar la edad, desde niñas hasta ancianas, incluso a niños varones a los que luego sacrificaban peor que a los animales, me dije a mi misma que un Dios caritativo y todopoderoso no permitiría semejantes actos. Entonces decidí colgar los hábitos y me prometí a mí misma que jamás haría los votos de obediencia a la orden, y empecé a interactuar con organizaciones internacionales como la Cruz Roja, y otras similares, sobre todo de ayuda médica. Desde los 22 a los 25 años me uní a un grupo de médicos voluntarios que con unos medios bastante escasos se dedicaban a ayudar a los más desfavorecidos, viajábamos de poblado en poblado repartiendo comida, medicamentos, procurábamos vacunar a los niños, atendíamos a partos, etc. En ese tiempo seguí viendo las mismas atrocidades, pero ya no intentaba inculcar la fe, solo intentaba ayudar e inculcar a todos la necesidad imperiosa de estudiar, de decirles que la cultura es la mejor forma de conseguir el progreso y la felicidad. Ese grupo de médicos se dividía en otros tres, uno que se dedicaba a conseguir los medicamentos, comida y ...
... demás necesidades, y que dirigía un pequeño hospital, otro que era el que se cuidaba de los poblados cercanos y el tercero, concretamente en el que yo estaba, se dedicaba a largos recorridos, atendiendo aquellos casos que nos enterábamos de que tenían necesidades urgentes. Con ese grupo viví enormes aventuras, dormíamos en mitad de la selva en una tienda de campaña, teníamos que evitar grupos armados, salvar ríos y procurar que no nos atacasen los animales salvajes. En ese grupo conocí la verdadera amistad, la camaradería, e incluso diría que por primera vez me enamore. Éramos cuatro, Giovani, Angela, Pamela y yo. Giovani era italiano y el médico del grupo, Angela era griega y Pamela sueca, ambas ATS y pareja entre ellas. Giovani era un hombre guapísimo, simpático, gracioso, dulce, amable y tremendamente cariñoso, y creo que me enamore locamente de el a pesar de que le sacaba casi treinta centímetros y era gay. Poco antes de cumplir los 25 años, animados por mis compañeros y financiados por una fundación, Giovani y yo nos trasladamos a Roma con una beca, el para hacerse especialista en traumatología y yo para hacer la carrera de enfermería, pero una vez allí me matricule en medicina y antes de cumplir los 30 ya era doctora. Durante los cinco años que estuve en Italia trabajé en diversos lugares, desde camarera hasta ayudante en una clínica odontológica para conseguir dinero para mis necesidades particulares, ya que tanto la manutención como la estancia en una residencia de ...