Mi profesor Don Manuel 2ª parte - Relatos Eróticos

Mi profesor Don Manuel 2ª parte

... masculina y tosca presencia. Deseaba estar con él en todo momento y cuando llegaba a casa después de que me preñara en el picadero de putas no podía evitar recordarlo cuando me metía en la cama después de cenar y me masturbaba antes de cerrar los ojos pensando en lo macho que era y en la suerte que estaba teniendo de estar protegido por su tutela.

Se había encariñado conmigo y me trataba con afecto como si fuera un hijo pero cuando íbamos al picadero de putas a follar se volvía serio y me encantaba la firmeza de su personalidad. Mientras cabalgaba su polla me deleitaba ver como rebotaban sus grandes pelotas en el asiento por el impulso de mis movimientos cuando me ponía de espaldas a él. Eran un signo de su capacidad sexual para llenarme con gran cantidad de leche proveniente de ellas.

Era considerado y dejaba unos minutos que mi culito se adaptara al tamaño de su miembro para no hacerme daño. Una tarde mientras me daba la clase lo note incómodo y nervioso. Para relajarse empezó a beber whisky pero se pasó de vasos y cuando llegó la hora de llevarme a casa de mis padres estaba beodo, pero ya alegre bromeaba conmigo y sonreía. En el trayecto me di cuenta que no llevaba dirección a casa y mientras conducía me hacía carantoñas con su gruesa mano y se reía. Resultó que quería seguir bebiendo y fuimos a un bar de pueblo que parecía frecuenta ya que los dueños lo saludaron como si lo conocieran.

Pidió vino tinto en jarra e insistió en que bebiera unos vasos porque eso ...

... beneficiaría mi salud. Solo recuerdo el sabor agrio de aquel vino que después de beberme un vasos porque eso me emborrachó de tal manera que desbocó mi deseo sexual y como puede comprobar después el de Don Manuel también ya que hicimos el amor en tres magnificas ocasiones. Ahí aprendí que los hombres que tienen unas copas encima follan mucho mejor porque se relajan y se desinhiben.

Por supuesto antes de Salir su casa advirtió a mis padres por teléfono que llegaría tarde para repasar un exámen que tenía con él al día siguiente. Recuerdo aquella noche en la que mi manso profesor se convirtió en un semental que me folló de todas las maneras posibles dentro y fuera de su coche. Fue ahí cuando aprendí como se las gastaba realmente aquel gordo y fuerte macho.

Llegamos de madrugada a mi casa y al estar durmiendo mis padres no se enteraron de que mi profesor me había emborrachado para disfrutar de mi como si fuera una puta barata. El ano me estuvo doliendo un par de días por las fuertes embestidas que le dio. No sé ni cuantas veces me preñó con intervalos durante aquella noche porque continuamente aparcaba el coche en descampados que nunca supe donde estuvieron para darme bien por el culito y aún estando él borracho me lo taladró de manera sádicamente.

Si, fue un puto gordo cabrón que se aprovechó de mi inocencia para paliar la falta de sexo con mujeres pero no era consciente de ello por lo enamorado que estaba de él y me hizo gozar tanto que marcó para siempre en mi el gusto ...