Obedience club parte 1 - Relatos Eróticos

Obedience club parte 1

... cadenas de los pies eran realmente cortas y tenía que trotar a pasos pequeños para mantener el ritmo, seguía sin ver nada, ni un poco de luz.

Después de un par de minutos y dos giros de 90°, se vuelve a oír el manojo de llaves, se abre una puerta metálica delante de las dos mujeres y la cruzan. No avanzan a penas y la de los tacones vuelve a unir el collar al suelo. Pero está vez en lugar de quedar tumbada, Gema queda en cuclillas. Una posición un poco incómoda, y sobretodo, difícil de mantener.

- No te preocupes, no tendrás que esperarte mucho.

La voz de esa mujer de verdad es aterradora, resuena con una fuerza increíble, está claro que tiene fuerza. Se oyen los pasos alejarse y la puerta cerrarse. Está claro que está en una celda de algún tipo. Gema solo quiere mantener la calma, pero no es sencillo en esa situación. Está esperando a que alguien entre pidiendo un rescate por ella y poder marcharse.

La mujer de la voz poderosa no mentía cuando dijo que no se tendría que esperar mucho, en apenas 5 minutos llega una tercera persona, abre la celda y, sin decir nada, se lleva a Gema. Esta vez no se oían tacones, y la mano que la guiaba era la de un hombre.

Ésa persona la guío un par de minutos más, en diferentes direcciones e incluso tomó un ascensor que, o era muy lento o los elevó al menos una decena de pisos.

Al salir del ascensor, el suelo pasa de ser irregular, tal vez de piedra, a ser de madera. Todo el ambiente está perfumado y, lo más extraño de todo. ...

... Desde que despertó, no ha visto absolutamente nada. Caminan unos pocos metros, atraviesan una puerta, sin cerradura y que cruje, también es de madera.

- Aqui, de rodillas. Te voy a quitar la mordaza. No significa que tengas permitido hablar. Asiente si lo entiendes.

El incómodo anillo que mantenía abierta la boca de Gema le había provocado mucha saliva extra que no había ido a parar a otro sitio que a su barbilla y a su pecho. No se había podido limpiar con las manos por lo cortas que son las cadenas.

Gema asintió después de arrodillarse.

- Bien, estás aquí porque estás siendo juzgada por un delito contra la salud pública entre otros delitos. El juez revelará más detalles enseguida. Si lo entiendes, asiente.

Gema se queda en shock. No es posible que esto sea real, cierto? Todo esto es por la marihuana? Es imposible... Aún así, asiente y por fin las manos masculinas de aquel hombre le quitan la mordaza.

- Se abre el turno de preguntas de la acusada. Se contestarán todas las preguntas que haga y que puedan ser respondidas.

Gema inmediatamente empieza a hablar.

- Donde estoy?

- Siguiente pregunta.

- Uf... Sois la policía?

- No, se nos conoce como el "club obedience". Nos hemos visto a actuar frente a la ineficacia de la policía.

- Qué me pasa en los ojos?

- Nada, llevas unas lentillas opacas, dependiendo de la resolución del juicio, se te retirarán o no.

- Qué me va a pasar?

-Depende de la resolución del juicio. Se cierra el turno de ...