Obedience club parte 1 - Relatos Eróticos

Obedience club parte 1

... preguntas.

En éste momento, una voz más suena en la sala, es la de un hombre mayor. Habla con firmeza y calma

-Estamos aquí reunidos juzgando a la acusada, Gema Márquez Ríos, por un delito contra la salud público y otro delito de violación de la ley interna del club obedience. Como podemos observar, es evidentemente culpable del segundo cargo. En cuanto al primero, se encontró a la acusada fumando marihuana y con más de ella en su posesión. Las pruebas son irrefutables. Por la presente, la condeno a 12 años de prisión y el programa completo de reeducación del programa del club obedience. La señora Aguilera será su tutora todo este tiempo. Se levanta la sesión.

Sin oportunidad para Gema de hablar, la mujer de la voz poderosa, quién ni siquiera sabía que estaba en la habitación, le pone la mordaza bruscamente y se la lleva de vuelta al ascensor. Gema se resistió pero la fuerza de esa chica no era nada comparada con la de sus secuestradores. Pronto llegaron de vuelta a ésa celda, donde volvió a ser atada de cuclillas.

- Te voy a desatar las manos y te vas a retirar las lentillas, entendido?

Gema asiente y enseguida nota unas llaves entre los grilletes de sus manos, que se abren y caen al suelo. Ella se ajusta los grilletes de los pies y el collar, que la incomodan y enseguida empieza a quitarse esas lentillas del infierno.

En cuanto sus ojos se ajustan, empieza a mirar a su alrededor. En realidad, está en una especie de cueva subterránea. Todas las paredes ...

... son de piedra, con luces incrustadas que iluminan muy bien todo el lugar. Ella está en una celda, como esperaba. A su derecha, hay un orinal, no un baño. A su izquierda, algo mucho peor. Una jaula. Delante de ella mira a la señora Aguilera, a quien imaginaba intimidante. Nada más lejos de la realidad. Es una mujer rubia, muy bajita y con una sonrisa enorme. Su ropa es lo que más llama la atención, concretamente, que no lleva. Solo lleva puestos unos tacones muy altos que la acercan al metro cincuenta de altura. A parte, un pecho relativamente grande, una talla E claramente operado también resalta. Tiene el coño totalmente depilado, y es imposible encontrar un solo pelo por debajo de sus cejas. Ambos pezones están perforados.

La cara de Gema era un poema, transmitía el terror que sentía, porque la chica que tenía frente a ella se lanzó a tranquilizarla.

- Tranquila, todo va a estar bien. La vida aquí es muy sencilla, de verdad. Tú asegúrate de no cometer ningún error, yo soy la encargada de tu reeducación, así que no me dejes mal! Voy a cortarte la ropa con estas tijeras, no te muevas vale?

La voz parecía de otra persona incluso. Era tan calmada, suave, dulce,... Sin embargo, lo que estaba haciendo era terrible. Sin piedad, desnudaba a Gema con unas tijeras. No dejó ni su ropa interior ni sus zapatos. La prisionera solo podía mirar como su ropa quedaba inservible delante de sus ojos.

-Mira, te voy a traer tú nueva ropa y luego te desato y ya te dejo descansar por ...