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Darío o Dalia Parte 2
Fecha: 04/11/2025, Categorías: Transexuales Autor: alina, Fuente: TodoRelatos
... cuerpo. Jacinto es un cubano emigrado hace unos años, de una edad aproximada a 40 años, alto moreno, corpulento. A excepción de un día, cuida de la entrada del edificio. Atento, cordial con las personas que habitan el edificio. Tiene un espacio justo a la medida desde donde vigila la entrada, una cama individual, un escritorio y un frigobar. ·Viene acalorado joven, ¿Me acepta una cerveza? ·¿Acaso te permiten tener cerveza? ·Me doy mis pequeños gustos joven Darío, una cerveza ocasionalmente, para serle franco hoy las surtí pensando en usted. ·Ah que Jacinto, de verdad eres muy amable. Pase a mi espacio, tome asiento. Jacinto abrió dos cervezas, le dio una a Darío. ·Salud joven Darío por el gusto de tenerlo en mi espacio. ·Salud Jacinto y gracias por tu atención. ·Atención que usted se merece por ser tan lindo. La platica se prolongó por un buen rato, Darío le preguntó sobre su tierra y el motivo de su salida. Jacinto le explicó sobre lo mal que se vive en su país. Confiando que pronto mejoraran las condiciones de vida. Después de la primera cerveza le invitó una segunda una tercera. Jacinto solo bebió ...
... una. ·Señorito, lo invito a bailar, conozco un sitio agradable, tengo libre un día a la semana. ·Ja ja ja, ah que Jacinto, bonitos nos íbamos a ver bailando. ·Darío, usted tiene un cuerpo muy armonioso, perdón por lo que voy a decirle, Usted tiene un cuerpo muy lindo, le aseguro que una falda, blusa, zapatillas le sentarían muy bien. ·No Jacinto ¿Cómo se te ocurre eso? Soy hombre. ·Lo sé niño Darío, pero pueda darse un gusto. ·Lo pensaré, pero no creo que sea buena idea. Después de una cuarta cerveza las ideas de Darío que no estaba acostumbrado a beber mas de una o dos ya no eran muy claras. ·Bueno Jacinto, subo al departamento de mi padre, tengo cosas que hacer. ·Si señorito, recuerde mi ofrecimiento. ·Lo pensaré, no te prometo nada. Darío se encaminó rumbo al ascensor, Jacinto parado en el marco de la puerta observaba con gusto, con deseo los movimientos de Darío, éste pulsó el botón, la puerta se abrió, antes de subir volvió la vista para ver al portero quien acariciaba sobre el pantalón su entrepierna. Espero agrade la segunda parte de mi serie. Cualquier sugerencia hacérmela llegar a mi correoletyalina@hotmail.com