Valentina y Tatiana (segunda parte) - Relatos Eróticos

Valentina y Tatiana (segunda parte)

... indicación, ella solita se sentó en las piernas de Carlos, quien gratamente sorprendido empezó enseñarle lo básico para que pueda jugar.

Mientras ambas nenas estaban concentradas jugando, Carlos aprovechaba para manosear a su antojo a Valentina, sus manos ya iban descaradamente de los muslos a las caderas de la niña, incluso por ratos agarraba con ambas manos las caderas de la nena y hacia presión hacia abajo apretando su verga con las nalgotas de la nena.

Estas putitas ya están pidiendo verga—pensaba Carlos, mientras seguía manoseando a la nena su mente estaba maquinando como hacer para seguir mas lejos con las niñas.

Agarro a Valentina y la sentó a un costado, se levanto y fue a la tienda a traer un refresco para las nenas, cuando regreso lo puso en una mesita que esta frente a ellos, y esta vez tomó a Tatiana y la sentó en su regazo.

SALTA, AGACHATE, USA EL BOTON X—eran las indicaciones que le daba a la nena, mientras sus hábiles manos la estaban manoseando a su antojo, la mano derecha se había adueñado de los muslos de Tatiana, llegando incluso al acariciar y apretar la parte interna de sus piernas, y la mano izquierda estaba manoseando la barriga plana de la niña, metiendo un dedo en el ombligo y avanzando incluso al nacimiento de sus pechos, todo esto con el tácito consentimiento de la niña.

Después de estar un rato manoseando a Tatiana, Carlos volvió con valentina.

Ven cariño—le dijo a la nena, quien obedientemente posó sus nalgotas en las piernas del ...

... afortunado sujeto.

Igualmente empezó a darle indicaciones sobre como jugar, mientras sus manos se estaban dando un festín con tan hermoso y desarrollado cuerpo. Con valentina los manoseos eran mas descarados, agarraba las caderas de la nena y la balanceaba de adelante hacia atrás, como si la estuviera cogiendo, incluso la agarraba y la levantaba unos centímetros para dejarla caer sobre su verga, produciéndole un inmenso placer.

valentina no se quejaba, al contrario, recordaba excitada las palabras que una vez le dijo su tío mientras se la estaba cogiendo “estas tan buena mi amor, que seguro muchos hombres te la quieren meter, incluso hasta tus profesores y hasta tus otros tíos y amigos”.

Recordaba esas palabras con gran excitación, incluso en su cabecita se imaginaba como seria coger con don Carlos, si sintiese tan rico como sentía con su tio.

Los manoseos a las nenas siguieron por cerca de media hora más, y Carlos se turnaba entre Tatiana y Valentina.

Aprendes rápido cariño—le dice Carlos a Tatiana sobre el juego, esta vez era ella la que estaba sobre sus piernas.

Al igual que con Valentina ya le estaba manoseando descaradamente, y al ser ella más menudita podía moverla más fácilmente, la levantaba y la dejaba caer sobre su verga, la meneaba de adelante hacia atrás con cierta velocidad.

En uno de esos movimientos Carlos no pudo aguantar más y terminó corriéndose, ya previendo esa situación en una de sus salidas a la tienda se había puesto un condón para ...