-
Gordita es encerrada por su instructor
Fecha: 06/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Gordita, Fuente: TodoRelatos
Muy buenos días a todos mis queridos lectores, espero no me hayan extrañado porque regreso nuevamente con un nuevo relato del cual he tenido la realidad y la fantasía, así que espero pueda ser disfrutado. Sin más que agregar, comencemos. Paola había ingresado hace unos cuantos meses al gimnasio solo con la finalidad de aumentar sus glúteos y piernas. Desde el primer día de su ingreso pudo congeniar con su instructor asignado, Ricardo, 33 años, 1,83, caucásico y esbelto por su persistencia en la actividad física. Este mismo solía hacer bromas referentes a su edad y la diferencia que había entre ellos, pero para Paola este dato era lo más divertido y excitante para ella e intuía que para Ricardo igual, por aquellas miradas cómplices y pícaras. En un día como otro, Paola tenía su día de abdomen, por lo que usualmente terminaba bastante sudada, así que esta decidió tomar una ducha en los baños públicos del gimnasio como lo hacía de forma habitual y de la que su instructor tenía conocimiento. En medio de aquella ducha Paola llega a escuchar vagamente como la puerta era abierta por este característico sonido pero no tuvo la más mínima alarma al ser supuestamente el baño para damas, grave error ¿O quizás no? mientras enjuagaba su rostro sintió la presencia de alguien más en el cuarto de baño donde efectivamente llego a escuchar el seguro de la puerta y en menos de un minuto su puerta fue abierta y Paola terminó acorralada por aquel sujeto que para ella en esos momentos ...
... era un extraño, su boca fue cubierta inmediatamente mientras ella forcejeaba con este sujeto, aunque una vez tuvo la oportunidad de reconocerlo se sorprendió al observar a su instructor, Ricardo, que había irrumpido para acorrarlarla. Paola, sin la posibilidad de decir nada, comenzó a pelear con este por su liberación; no obstante, la diferencia de peso y altura impedía este hecho. Paola finalmente se tranquilizó, tratando de descifrar la razón por la que este se encontraba apresándola, pero internamente sus persistentes deseos y gustos le gritaban lo que podía suceder. Sin notarlo, su cuerpo pedía a súplicas alguna acción por parte de Ricardo, ella completamente desnuda y mojada, siendo estrujada por su instructor, digno de una película porno. — Ricardo: Uff, Paola, verla así era algo que deseaba hacer desde hace rato. ¿Cree que no me di cuenta de cómo me miraba? Esa mirada de una mujer deseosa de una buena verga y un buen macho no miente. Dijo mientras con su mano libre comenzaba a recorrer el cuerpo de Paola, enfocándose principalmente en sus tetas, las cuales rápidamente fueron atendidas por él, apretando y tirando de sus diminutos pezones, que no tardaron en erectarse por completo ante el mínimo tacto de Ricardo y siendo así la prueba del gusto de Paola. — Ricardo: ¿Me va a decir que no le gusta? Mire nomás cómo se le pararon esos pezones, usted no es más que una perra que le gusta que la toquen así de rico; la voy a soltar y más le vale no gritar, ...