Gordita es encerrada por su instructor - Relatos Eróticos

Gordita es encerrada por su instructor

... mordiendo y lamiendo su culo, aunque después con ambas manos comenzaba a separar, amasar y azotar sus nalgas, acciones que provocaron fuertes gemidos por Paola, aunque desafortunadamente estos fueron ahogados por sus manos, para ese entonces Paola parecía una fuente por lo empapada que se encontraba y Ricardo rápidamente se dió cuenta de eso por lo que introdujo su cara entre las nalgas de Paola para comenzar a lamer su vagina y parte de su ano con gusto, saboreando los interminables fluidos de Paola que corrían por su lengua, se mantuvo así durante un tiempo escuchando los gemidos y jadeos de Paola la cual le suplicaba falsamente que se detuviera cuando realmente estaba en el cielo, su vagina palpitaba y los espasmos de esta indicaban lo que estaba a punto de suceder.

—Paola: Ricardo, deténgase, espérese, por favor, que me voy a venir.

A pesar de su pedido, Ricardo le propinó dos fuertes nalgadas mientras se la seguía comiendo, incluso llegando a succionar para adelantar el orgasmo de Paola. Su mano se fue hacia adelante para tomar el clítoris de esta y comenzó a aplastarlo con sus dedos, moviéndolo de un lado a otro. Paola no pudo soportar un segundo más cuando su vagina se vino en un fuerte orgasmo, regando todos sus fluidos en la boca de Ricardo, que bebió los mismos satisfecho y se levantó con una sonrisa mirando a Paola.

— Ricardo: A usted lo que le gusta es que se la coman, ¿verdad?, qué zorra para venirse tan rápido, jajaja.

—Paola: Ricardo, ya no puedo ...

... más… Por favor, váyase y déjeme en paz; mire, yo le prometo que no voy a decir nada, sí, se lo ruego.

— Ricardo: ¿Tan rápido? Ah, ¿cómo así? ¿Entonces la única que se va a venir es usted? No, mi amor, quédese así hasta que yo termine.

Ahora Ricardo ubicó su verga entre los muslos de Paola, frotándose contra su vagina; tomaba sus caderas simulando una penetración mientras los labios vaginales de esta lo saludaban una y otra vez. Ricardo comenzó a jadear mientras dejaba un par de nalgadas en su culo, llamándola de esa forma tan despectiva que le encantaba. Mientras tanto, Paola tapaba su boca por lo rico que se sentía; estaba extremadamente sensible por el orgasmo de hace unos momentos y que ahora esta se frotara contra su húmeda vagina sin duda la volvía loca. Ricardo aún seguía frotándose contra ella y escuchar sus gemidos de placer ayudaba a hacerlo venir, pero igual este volvió a manosear uno de sus pechos mientras continuaba follando sus muslos. Cuando estaba a punto de correrse, se alejó un poco para comenzar a masturbarse encima de su culo y, una vez terminó, dejó varias tiras de semen sobre esta zona, aunque igualmente se escurría y caía al piso. La vista del culo de Paola cubierto con su semen le fascinó, por lo que se quedó a observarla unos cuantos segundos más antes de hablar.

— Ricardo: Así es como debe verse una buena hembra, llena de semen, jaja.

Dijo entre risas restregando la cabeza de su verga contra Paola para limpiarse un poco y luego se alejó de ...