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La entrevista
Fecha: 07/11/2025, Categorías: Hetero Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos
... buscar los mejores candidatos. – ¿Tal vez? No sé… ¿te gustaría probarlo ahora? Pienso que un buen personal de casting debería probar como se trabaja con el material que selecciona. – ¿Hablas en serio? – Sí claro, ¿por qué no? – Debes estar loco al plantearme algo así. Tengo pareja y tres hijos con los que soy feliz y esto es solo un trabajo… Nunca he follado con nadie que no sea mi marido… –Algo de mentira había. Me notaba cada vez más excitado con lo que me hacía y solo pensaba en aprovechar la oportunidad que fácilmente podía darse. Aquella mujer me ponía mucho, deseándola desde apenas las primeras palabras que habíamos cruzado momentos antes. Ese mundo era propicio para esas cosas y por qué no con ella. Pese a sus palabras, seguía sentada frente a mí moviendo los dedos arriba y abajo haciendo el roce cada vez más intenso. Evidentemente parecía gustarle aquello pues para nada hacía ademán de abandonar su presa. Lancé un gemido estentóreo animándola con ello a continuar. La hermosa mujer reía llena de malicia y nerviosa con mis palabras, mostrándose al menos tan nerviosa como yo lo estaba. Quedó quieta y callada unos segundos, la mano corriéndole sobre el muslo y la rodilla. Sin aguantar por más tiempo el deseo que me quemaba por dentro, le alargué la mano incitándola a acompañarme. Un grito exaltado emitió aceptando Greta el ofrecimiento, permaneciendo en pie a mi lado hasta quedar ambos unidos. – ¡Ey, para muchacho! No, no, por favor… eres malo ...
... conmigo. – ¿Malo, por qué? – Déjame, déjame. No debería hacer esto… ya te lo dije. – Déjate llevar mujer, tú sólo déjate llevar. – No, por favor… déjame, dé… jame… – Calla mujer, calla. – ¡No, por favor… ahhhh… esto es una locura para! Tomándola del cabello, la atraje para hacerla callar con el primero de mis besos. Saboreé por primera vez aquellos labios húmedos y jugosos, sintiéndolos arder junto a los míos. Removiéndose inquieta, se quejaba tratando de desasirse, musitando palabras apagadas por el deseo. Poco a poco fue abandonándose a su suerte, presentando menor resistencia hasta quedar entregada entre mis brazos. La madura cuarentañera se pegaba ahora como una lapa, la mano en mi pecho mientras la tenía enganchada por la espalda. Bajando la mano a la cintura, llevé la otra a la nalga encontrándola dura y prieta al estrujarla entre los dedos. Greta se elevó buscando mis labios de forma desesperada. Nos besamos dándonos las lenguas al hacer el abrazo mucho más decidido. Sacando la lengua, la obligué a abrir los labios pudiendo así enlazarla junto a la suya. Un beso de tornillo era una buena forma de conocer lo muy rendida que se encontraba. Seguí explorando el interior de la boca, pasando la lengua sobre la suya, notando los dientes rasparme, las cálidas salivas mezcladas una con otra. La escuché gemir con fuerza al volver mis manos sobre su culo, tratando de elevarla del suelo. Los dedos entre sus cabellos, me sorprendió al ser ella la que sacaba la lengua ...