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En la playa
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Karl058, Fuente: TodoRelatos
... hicieron entrar en calor. No pensé que me excitaría tanto, pero ellos conseguían que me pusiera así. La excitación hizo que dejara la cámara a un lado y me desnudara completamente. Nadie nos veía, o eso pensaba porque mientras me desnudaba, miré a un lado y a otro y entonces vi que había mirones medio escondidos y alguno me estaba taladrando con la mirada. Dudé un momento, pero al final me desnudé. Me puse en cuclillas de cara al mar. Tenía las parejas a un lado y a otro y a los mirones detrás de mí. En una pareja era ella la que mandaba e imponía el ritmo con caricias, besos y masturbaciones, en la otra era él quien la penetraba por detrás después de haberlo hecho por delante. De repente vi algo que no me esperaba. Ellas dejaban a sus parejas y se iban corriendo a estar con la pareja de la otra. Cuando se cruzaron, casi delante de mí, se dieron un beso las chicas y siguieron su camino. Era un intercambio de parejas en toda regla. Estaba claro que eran asiduos y les gustaba aquel juego. Entonces oí cómo uno de los mirones se corría, me giré y vi cómo se marchaba. Uno menos. Cuando ellas llegaron a sus destinos, la que mandaba antes se tuvo que conformar con ser penetrada inmediatamente y la otra pareja empezó con juegos sexuales. Yo tenía el corazón que me palpitaba al galope y decidí masturbarme viendo cómo aquel toro se pasaba por la piedra antes a una y ahora a la otra. ¿Podría conmigo? Empecé a imaginar escenas sexuales con él mientras lo veía cómo ...
... embestía a la segunda chica hasta que tuve un orgasmo. Mis gemidos hicieron que el toro me mirara y me sonriera. Oí pasos detrás de mí. Me giré y vi que era uno de los mirones. Estaba desnudo pidiendo guerra, pero él no sabía que conmigo no tenía nada que hacer. Claro que me gustaba el sexo, pero así, no. Me acercó el pene a la boca, se lo mordí fuerte y salió corriendo, gritándome “puta”. El toro dejó de embestir a la chica porque se estaba partiendo de risa. Encima era guapo el cabrón. No sé por qué, miré la hora y vi que eran las cuatro. Habían pasado dos horas en un segundo. No me había dado ni cuenta. Miré a la otra pareja y vi que ya estaban durmiendo. Él se habría corrido y no lo había visto, tenía demasiado trabajo con el otro. Cuando me volví, tropecé con otro pene, pero esta vez era el del toro que se había acercado hasta mí. Se agachó y me dio un beso. Eso era otra cosa, pensé. Me acarició los pechos y lo dejé hacer porque me daba mucho placer. Le cogí el pene y lo masturbé. Lo tenía lleno de semen y seguramente flujo de la otra chica, pero se lo chupé. Me apetecía hacerlo. Enseguida me tumbó y esperé que me penetrara de un momento a otro. Efectivamente no tardó en meterlo y los dos gozamos hasta que se corrió dentro de mí. Lo agradecí. Me dio otro beso y se fue a tumbarse con la otra chica que lo recibió con un fuerte abrazo. Cuando me desperté el sol había salido, la gente paseaba mirándome completamente desnuda y las parejas habían desaparecido. Me vestí y ...