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En la playa
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Karl058, Fuente: TodoRelatos
... me fui a casa cogiendo la cámara. Había sido una experiencia que habría que repetir. Pasé todo el día pensando en aquella noche tan especial, en lo que pasó y en lo podría haber pasado. ¿Más? Me pregunté. Me comí una polla, me masturbé y me penetraron. Entonces recordé que mientras me estaba follando, la chica se estaba masturbando mirándonos. ¡Le había gustado! A los tres nos gustó. El toro se había follado a tres chicas cuando solo tenía previsto hacerlo con dos. Esa mañana estaba desnuda para poder masturbarme a cada momento porque los pensamientos que tenía eran muy calientes. Estaba tan excitada que antes de las doce de la noche me fui a la playa. Me desnudé y me bañé. Cuando salí vi que la chica de la noche anterior estaba sentada al lado de mi ropa. Estaba vestida y me sonreía. -¿Te lo pasaste bien anoche? – me preguntó. Cogí la toalla para secarme y me senté desnuda a su lado. Me acerqué a su oído y le dije que me faltó follar con ella. Me quedé mirándola y nos dimos un largo beso. Algunos chicos pasaron en cuadrilla y se pararon mirándonos. Se sacaron la polla y empezaron a masturbarse. Los miramos sonriendo. Ella me acariciaba las piernas y yo seguí besándola. Uno se corrió enseguida, otro se acercó por detrás y me cogió las tetas dándome mucho placer. Ella se levantó, se desnudó y ...
... le hizo una paja a mi compañero hasta que se corrió. -Eres espectacular – le dije. -Tú también – me contestó. Había dos más masturbándose y les dijimos que no pararan, que nos gustaba mirarlos. Eso los excitó tanto que acabaron corriéndose y se marcharon todos. Extendimos las toallas y empezamos a masturbarnos mutuamente. Sabíamos que pasarían más chicos. Le pregunté si eso la molestaba y sonriendo siguió besándome y masturbándome. Normalmente soy de contar mis orgasmos pero esa noche había perdido la cuenta. Estábamos en la orilla y era habitual ver pasar gente. Teníamos nuestros coños al aire y nuestras piernas bien abiertas. Una mujer que pasaba se quedó mirándonos y nos preguntó si podía sentarse con nosotras. Nuestras sonrisas lo decían todo. Tenía unas tetas bien gordas y se acercó para que se las tocáramos. Mis manos iban de un coño a otro y los orgasmos fluían sin parar. Al final apareció el toro con su polla bien gorda y todas supimos cómo acabaría la cosa. Se tumbo en el suelo y nos fue follando una tras otra hasta que al final se masturbó y se corrió. Recogí la ropa y esa noche sí que dormí bien. Al día siguiente estaba tranquila y contenta. Con aquellas chicas tengo una relación muy especial, el toro sigue disfrutando de nosotras y con la cámara hago maravillas con ellos.