Su última adquisición, Cap. 3 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 3

... inspirado.”

“Sé que me dio mucha hambre,” sonrió ella.

Justin se rio entre dientes al ver a la ninfa revelar su voraz apetito. Él también comió su parte. “¿Muslos abiertos, esclava?”

“Sí, señor.”

“¿Sentada sobre el culo?”

“Sí, señor.”

Incluso en la concurrida pizzería, su mente de esclava controlaba las formas. Aún no estaba segura del protocolo preferido de Justin, pero hasta el momento no había fallado ni un segundo con el hombre al que esperaba llamar su amo. Después de las últimas horas, sospechaba que pronto le colocaría el collar. Las reuniones del Gremio eran sagradas, el lugar sagrado de amos y esclavas, incluso si esta sesión informal de castigo excedía el decoro formal que ella esperaba. Una vez con Michael Pitts, en la ceremonia formal de iniciación, un amo eficiente que se desenvolvía en rituales y códigos, la ensayó con las estrictas reglas del Gremio. Le gustaba más el estilo de Justin. La mantenía en vilo.

"Me has servido bien,kari."

"Gracias, señor."

“Te necesito para las ceremonias. Me gusta cómo te comportas sin vacilar, como si encajaras a la perfección en mis pensamientos. Conoces mi mente tan bien como yo la tuya.”

“Gracias, señor. Es todo un cumplido.”

Sintió un calor intenso en su interior, su coño se humedeció. Sintió una dulzura rosada de satisfacción, aunque no entendía por qué la elogiaba tanto. Su relación era demasiado nueva. Y eso era motivo de preocupación.

“Había razones para lo de hoy... lo que viste ...

... atravesaba las profundidades de pasiones que no siempre consigo despertar. Pero tú las despiertas en mí porque sé lo aventurera y sumisa que puedes llegar a ser.”

Empezó a temblar. Ese tipo de palabras eran nuevas para ella. Michael la había considerado una esclava de establo, no mejor que la norma... no es que Justin insinuara algo más, pero parecía haber descubierto algo en ella que Michael no había visto. Suficiente para asustarla... el miedo la excitaba.

“Voy a querer tu vida.”

“¿Mi vida?”

“Toda ella,kari. No tendrás ni idea cuando termine.”

“¿Qué significa eso más allá de lo que yo soy para usted ahora?”

Le llevó un momento responder, y su expresión se volvió más seria al hacerlo. “Contemplo deseos de cosas más oscuras que solía dejar de lado después de imaginarlas. Estoy cansado de hacer eso. Tú eres la esclava que me acompañará a esas profundidades.”

Sus palabras podrían no ser más que las divagaciones fantásticas de un Dom; había escuchado muchas en dos años como esclava. Pero las visiones de Justin Booker estaban impregnadas de pasiones primitivas.

Esto puso la pizza en perspectiva. Los deliciosos sabores se volvieron ligeramente amargos, mientras su estómago comenzaba a rechinarle con tristeza. La diversión parecía difusa ahora, pero no había desaparecido, solo era diferente. Solo un poco más aterradora, como nada que hubiera experimentado antes. Con el cuerpo tembloroso, apartó la pizza y se volvió pasiva, dejando que sus pensamientos se posaran en ...