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HOMENAJES A SUPERSTICIONES | Nena Bonita
Fecha: 11/11/2025, Categorías: Hetero Autor: Orlok82, Fuente: SexoSinTabues30
... arrugas. —Ella tiene absoluta razón —aseveró la madame—, sí que estás sobrepasándote. No pudo devenir más que un castigo para Violet. Nell solicitó la presencia de Harry, el único hombre en casa además de Bellocq, el fotógrafo; cuya presencia era meramente esporádica; y el profesor de piano. Harry cargó a Violet como un costal de trigo, excepto que los costales de trigo no chillaban ni pataleaban. La bajó en un rincón del patio y le azotó las nalgas implementando un fuste. —Golpeándola solo le enseña a golpear —le comentó Bellocq a Nell. —Ocúpese de sus asuntos —respondió ella, mirando de forma peyorativa su equipo fotográfico— y yo me ocuparé de los míos ¿le parece? Un minuto después, Violet emergió del rincón donde acababa de ser castigada, pero no llorando ni cojeando, sino brava como un toro. Se paró frente a Nell, esgrimiendo el índice y hablando con la mandíbula tensa. —No me dolió —declaró con fuerza. En seguida se dio la vuelta y entró a la casa, dejando que todos vieran cómo un poco de sangre traspasaba desde la piel de sus nalgas hasta el exterior de su camisón. —Cabeza dura, culo duro —dijo Nell. 🅱ellocq cenaba en su casa en Storyville, solo, como siempre. Su comedor estaba dispuesto intencionalmente en la entrada, desde donde se veía el camino de piedra que guiaba a los visitantes hacia adentro, y el bello bosque de cipreses y robles que cobijaban la propiedad. Justo atardecía, pero Bellocq precisaba no más que de una vela para iluminar su mesa. Siguió ...
... concentrado en su pescado con salsa, y no fue hasta que halaron de la cadena para hacer sonar la campana que, advirtió la más bella presencia que jamás esperó en su casa. Violet acababa de huir del burdel, motivada por el maltrato ordenado por Nell. Recién hubo ingresado a la casa de Bellocq arrastrando torpemente su equipaje, preparado con prisa y rabia. Al sonar la campanilla, Bellocq levantó la cabeza y divisó a través del toldo a aquella pequeña prostituta de la que, la misma Nell le había hecho caer en cuenta, estaba él enamorado. —¿Cómo sabes dónde vivo? —preguntó él, tras abrir la puerta. —Te vi en la guía telefónica —Explicó ella, sin más. —Ni siquiera tengo teléfono, Violet —acusó él. —Te he seguido, muchas veces —confesó Violet sin vergüenza. Sin más explicaciones, pasó y empezó a inspeccionarlo todo. Bellocq solía ser asaltado por pilluelos, pero Violet era bienvenida, en su casa, en su corazón y en su vida. Aún sin soltar su maleta, Violet caminó precediendo al fotógrafo en su propia casa. Se interesó por los negativos que se secaban en el baño de revelado, tomó uno y lo observó. —¿Qué es esto? —Es mi trabajo. De eso vivo. —¿Vives de sacar fotos? ¡Qué fácil! —entonces siguió avanzando— Al menos es más fácil que trabajar en La Casa. —Decidiste escaparte —comentó Bellocq, pero ella ignoró su apunte y preguntó: —¿Dónde duermes? Quiero ver. —Arriba —Bellocq señaló la escalera. Arriba tenía lugar una puerta que causó asombro a Violet, puesto que estaba cerrada con llave. En ...