1. Mi hermosa arabe


    Fecha: 12/11/2025, Categorías: Bisexuales Fantasías Eróticas Hetero Autor: javi24, Fuente: SexoSinTabues30

    ... balbuceaba palabras incomprensibles. Me excitaba y me incitaba a intensificar los besos y la presión de mi lengua. Hurgué en el orificio que se abría anhelante en la parte inferior de la raja. La abundancia de flujo respondió a mi provocación. Introduje dos dedos hasta palpar una superficie rugosa en la parte superior de la vagina. Se inflamó al primer contacto como un globo. Un movimiento rítmico de su pelvis agradeció mis caricias internas. Ascendí por sus labios menores con mi lengua dibujando un zigzag y rozando los mayores hasta encontrar el clítoris erecto. Lo chupé. Me lo introduje entre los labios y lo saboreé. Me deleité con su forma ovalada. Lo moví entre mis labios como si fuese el hueso de una aceituna. Sabía que estaba jugando con los dos puntos más sensibles de su cuerpo. Los gemidos se transformaron en pequeños gritos contenidos, aghhhhhhh aghhhhhhh hooooo confundidos con una respiración agitada e irregular. Mi lengua bailaba alrededor del clítoris lentamente. El movimiento de su pelvis y de sus caderas se aceleró progresivamente. Atrapó mi cabeza con sus muslos y gimió con desesperación. Se convulsionó todo su cuerpo. Las cadera golpeaban a un lado y a otro, desencajadas. El terremoto duró apenas unos segundos. La agitación disminuyó lentamente, acompañada en todo momento por un sonido gutural indefinible. El néctar de su orgasmo resbalaba por mi mano hasta mi codo. Un fluido denso y blanquecino desprendía un olor ácido y salado.
    
    Levanté la cabeza un ...
    ... instante sin retirar los dedos. Seguía acariciando el pequeño espacio rugoso. Volvieron los gemidos. El movimiento de sus caderas. La ansiedad de su pelvis. El interior de su coño se había inflamado aún más. Algunas lágrimas resbalaban por sus sienes. Sus ojos me miraban confiados. Una sonrisa relajada se dibujó en sus labios. Besé su boca. Nuestras lenguas volvieron a encontrarse por unos instantes.
    
    Me incorporé para contemplarla. Realmente, Las dos tetas puntiagudas se levantaban en el pecho como dos conos coronados por los pezones. Contemplar su cuerpo entregándose al placer me provocaba una excitación próxima a la culminación. Yo permanecía vestido aún, me desvestí quite el boxer y mi polla ansiosa salto bien rigida dejando escapar unas gotas de placer, babeando el líquido que precede a la corrida. Ella lo vio y me vio, sabia que la queria penetrar
    
    Acaricié superficialmente su coño deleitándome con la sedosidad del vello. El roce del clítoris provocó automáticamente unos gemidos. Me arrodillé de nuevo y me comí su coño con ansiedad. Me emborrachaba con la humedad que inundaba toda la raja. Mordisqueé, lamí, acaricié con labios y lengua cada rincón de la raja. Y me detuve para volver a chupar el clítoris. Sentir su dureza entre mis labios. Apreciar su forma con la punta de mi lengua. Provocar su locura, incrementaba mi erección. Lo forcé de un lado a otro con la lengua arrancando espasmos continuos. Volví a introducir dos dedos para palpar y excitar esa pequeña superficie ...
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