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Los deseos inconfesables de Emily. dos
Fecha: 16/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: icharlines, Fuente: TodoRelatos
... orgasmos se sucedían en una cascada sin fin. Mientras besaba su vientre, sin sacar los dedos de ella, Emily terminó arqueada y convertida en una fuente viviente. Este último orgasmo, la dejó tumbada e inerte sobre el banco. Mientras se recuperaba, llevé mis dedos aun húmedos de ella a su boca y entre los dos, los chupamos, enredando nuestras lenguas sobre ellos. Emily tardó aún unos minutos en recuperar la tranquilidad en su cuerpo que había estado en otra dimensión. Me alegra que lo disfrutaras, ahora tendrás tu castigo por hablar sin permiso. Di ahora lo que tengas que decir y calla luego o tu castigo será mayor. Señor, ya sé que merezco ser castigada y desearía que fuera mi coño el que tanto ha disfrutado, el que pagase el castigo, me gustaría que los azotes se repartieran con su mano y con otro instrumento que usted crea oportuno. Así se hará. Dentro de un estante, busqué mi látigo de varias cuerdas, también llamado flogger. Lo acaricié con mi mano sintiendo la elasticidad del cuero. Cubrí los ojos de Emily, para que todo fuera sorpresa. Acaricié su cuerpo con el látigo, pasándolo repetidamente entre sus piernas, Emily gemía, aún estaba excitada de la sesión anterior. Las cuerdas del látigo hacían que la piel de Emily se erizase y su boca se abriera buscando un aire que parecía faltarle. Lo levanté, lo aireé sobre su cabeza y con fuerza lo dejé caer, una, dos, tres, cuatro, cinco veces y paré. Emily gritaba y se retorcía, pero su coño estaba brillante ...
... por la humedad. Igual que había hecho antes, recorrí su cuerpo con el látigo, para levantarlo y dejarlo caer otras cinco veces con fuerza, marcando de rojo su coño y el interior de sus muslos. Dejé el látigo sobre la mesa y acerqué mi mano hasta ese coño caliente y chorreante, al sentir mi mano, Emily tembló. ¿Quieres correrte puta?, ¿quieres correrte? Emily solamente asintió con la cabeza, a la vez que de sus ojos partieron un par de lágrimas. Acerqué dos de mis dedos esta vez a su culo y lentamente los introduje en su interior. Los metía y sacaba con lentitud, notando como su culo los apretaba a la vez que los absorbía. Los abría y cerraba dentro de ella, produciendo mil gemidos en su boca. Otro dedo entró con los dos primeros y ahora era Emily quien movía su cuerpo como podía, para follarse con mis dedos. A la vez que mis dedos entraban en ella, mi otra mano descargó cinco fuertes azotes seguidos, muy seguidos sobre su coño. Emily ahora era un grito. Mis dedos, ahora entraban con brío dentro de su culo que ya se había abierto para ellos. Emily era una fuente que manaba por todos sus caños. Sin aviso previo, mi mano descargó nuevamente en su coño, a la vez que Emily se clavaba mis dedos en lo más hondo de su culo. No podía quedarme así, me tenía duro, muy duro y su culo estaba abierto para mí. Solté sus manos de las ligaduras de la pared y acerqué el cuerpo de Emily al borde del banco. Me coloqué entre sus piernas, puse mi polla a la entrada de su culo y apreté mi ...