1. El paraíso del cornudo (extracto 2)


    Fecha: 17/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Abel Santos, Fuente: TodoRelatos

    EXTRACTO DE MI NUEVA NOVELA "EL PARAISO DEL CORNUDO"
    
    .................
    
    Dejaba el coche en el parking del chalet diez minutos después. Sin tiempo que perder, busqué por el jardín.
    
    Nadie.
    
    ¿Manuel no estaba entrenando? Era raro, pero al menos no estaba de por medio. ¿Estaría con Alma, tal vez, restregándose entre ellos? Menuda faena en ese caso. Mi cuñada se llevaría su polvo, pero con el empotrador equivocado.
    
    Entré en la casa por las puertas del salón y busqué en la cocina, en el sótano y en las dos plantas superiores. Si no aparecía Alma, le preguntaría a Noelia en el caso de encontrarla. Ella sería la mejor fuente de información.
    
    Pero solo hallé un absoluto silencio.
    
    Me sentí aturdido, y no solo por el efecto del alcohol. El mutismo de la casa parecía sobrenatural. Era como si hubieran tirado una bomba de neutrones en el patio y hubieran desaparecido todos sus habitantes.
    
    Volví a la planta segunda desde la buhardilla. Me asomaba por los corredores que llevaban a las habitaciones, cuando una sombra femenina cruzó la puerta del cuarto de Alma y Manuel, entrando en ella de forma sibilina.
    
    Un escalofrío me recorrió la espalda.
    
    —¿Alma? —susurré con la lengua de trapo producto del alcohol.
    
    Estaba seguro de que había sido ella la que entraba en la habitación, aunque no hubiera podido jurarlo. Había algo en la mujer que me había resultado extraño, como si se tratara de un fantasma. Pensé en Noelia, pero dudé que se moviera por las habitaciones de ...
    ... una forma tan desenvuelta. Que yo supiera, se lo tenían prohibido mientras no hubiera nadie en ellas.
    
    A grandes y silenciosas zancadas me acerqué a la puerta de mis cuñados. Apoyé la oreja sobre la madera y escuché a alguien tararear una cancioncilla. Era una voz de mujer. Solo podían ser Alma o Noelia.
    
    Rogué porque fuera mi cuñada, recordando que le gustaba tararear como había comprobado en nuestro viaje a Valencia.
    
    Era el momento de atacar, pero me costaba decidirme. No podía simplemente empujar la puerta de la habitación y decir «hola, ¿follamos?». Además, el estómago se me había encogido de nuevo por el pánico de saber que no había vuelta atrás.
    
    Si todo iba bien, iba a cometer la mayor infidelidad de mi vida.
    
    Si la cosa se torcía, a saber cómo podía acabar.
    
    Finalmente, reuní las fuerzas que necesitaba para dar el gran paso. Golpeé la puerta de forma sutil y hablé acercando la boca a la madera.
    
    —¿Alma? —dije y esperé.
    
    No obtuve respuesta y volví a intentarlo. En esta ocasión tuve más suerte.
    
    —¿Pablo? —preguntó la voz de Alma desde dentro— ¿Eres tú?
    
    —Sí, soy yo… —respondí—. ¿Puedo entrar un momento?
    
    Pareció pensarlo, pero al fin respondió.
    
    —Dame un segundo, no estoy visible. Me pongo algo y te abro.
    
    Unos segundos más tarde la puerta se abría y Alma aparecía con un albornoz de hombre por encima. Sospeché que debajo de él solo encontraría piel, la piel de una diosa que podía ser mía si sabía conquistarla.
    
    —Dime… —soltó colocándose entre ...
«1234»