1. Decadencia filial: Un acuerdo inesperado (3)


    Fecha: 20/11/2025, Categorías: Incesto Autor: DeRelatos, Fuente: CuentoRelatos

    Los personajes de este relato tienen las siguientes edades:
    
    Manuel (19 años), Mariana (44 años), Carla (21 años) y Paula (18 años).
    
    En la cocina, Mariana escuchó a su hijo bajando las escaleras. Supuso que a esas alturas ya tendría una idea de cómo iba a controlarlo. Normalmente se daba cuenta cuando él se masturbaba en su habitación, pero esa mañana no fue así. Pensó que seguro tendría una erección matutina. Cuando entró, no pudo mirarlo a los ojos, no después de lo que había sucedido la noche anterior. Solo hubo una mirada furtiva e incómoda entre ambos, por lo que se dio la vuelta y empezó a lavar los platos en el fregadero.
    
    Al escuchar que su hijo se detuvo, tuvo el presentimiento de que la estaba mirando fijamente. Hizo una pausa y lentamente empujó el culo hacia él. En ese momento se le ocurrió que lo mejor sería “seducirlo” antes de decirle cómo iba a funcionar el acuerdo. Escuchó cómo sus pasos se acercaban. Y vaya sorpresa se llevó cuando sintió sus manos tomándola de la cintura, con una erección presionando contra su culo.
    
    —Ahora te estás sobrepasando.
    
    Manuel le pidió por favor que lo dejara seguir. En ese momento no pensaba discutir en absoluto. No después de que su madre se le insinuara de esa manera y, menos aún, por la peculiar calza que llevaba puesta.
    
    —Manuel, ambos sabemos lo que pretendes.
    
    Aunque le hablaba con firmeza, ella no daba indicios de reducir el contacto de su culo con el bulto de su hijo, el cual ya se encontraba ...
    ... palpitando.
    
    Era la primera vez que Manuel estaba así por su madre y la última noche en el baño había encendido su deseo a un nivel completamente nuevo.
    
    Empezó a molestarla un poco e insinuarle que había dejado la puerta del baño abierta a propósito. Ella lo negó, esbozando una sonrisa y moviendo el culo sobre su erección.
    
    —Te he dicho que íbamos a hacer esto bajo mis términos. No más de eso, ¿de acuerdo, cariño?
    
    Manuel presionó un poco más contra su culo. Continuó molestándola con lo de la noche anterior, insistiéndole que ella sabía que estaba allí y que quería que él la observase mientras se masturbaba.
    
    —Como lo hago ahora.
    
    Manuel volvió a empujar con más fuerza dentro de la raja del culo de su madre, sonriendo y gruñendo.
    
    La paciencia de Mariana ante las embestidas le hizo considerar a su hijo que toda esta situación no solo se trataba de solucionar su “problema”, sino que además le estaba gustando sentirse deseada.
    
    Manuel le preguntó si podía bajarse el bóxer ya que le estaban resultando muy incómodo por la fricción constante de su pene. Mariana hizo una pausa y luego asintió, dejando así que su hijo disfrutara directamente del suave material de la calza.
    
    —Mierda… mamá. Esto es lo mejor. Me encanta usar tu culo.
    
    Manuel le propinó una nalgada.
    
    —Pues úsalo como quieras, Manuel. Solo mi culo. El de nadie más.
    
    Manuel colocó una mano sobre su hombro, la otra en su cintura y continuó friccionando su pene arriba y abajo repetidas veces, todo a lo largo de ...
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