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Compañeros - Capítulo 23: La mirada de Carlota
Fecha: 22/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: nowbly, Fuente: TodoRelatos
... está cachondo ya! Me froto ligeramente contra ella, haciéndole gemir. Cuando me giro para invitarlo al jacuzzi, me llevo la grata sorpresa de ver a Luis completamente desnudo también, de pie tras Daniela, besándole el hombro. Su pollón está ya tieso empujando la espalda baja de mi amiga. Daniela me mira entornando los ojos de puro gusto. Supongo que sentir esa mole contra la piel desnuda le trae recuerdos jugosos. —Al agua, ¿no? —sugiere Miguel, tomando mi mano. Asiento mordiéndome el labio. Él entra primero con cuidado al jacuzzi, ayudándose del pasamanos, y luego me ayuda a mí a entrar. El agua está deliciosa, bien caliente pero sin quemar, y las burbujas masajeadoras inmediatamente me relajan los músculos. Suelto un suspiro. El contenedor es amplio; cabemos los cuatro sin problema. Me acomodo de rodillas dentro del agua hasta la cintura, el pelo recogido en un moño para que no se empape del todo. Miguel se sienta apoyando la espalda en la pared curva del jacuzzi y me atrae entre sus piernas, de espaldas a él. Siento su erección rozar mis nalgas bajo el agua; me acomodo contra su pecho y suspiramos al unísono, compartiendo calor. Luis y Daniela entran también, salpicando un poco. Ella ríe al casi resbalar y caer sentada en el agua, haciendo que sus pechos reboten. No puedo evitar admirarla: su cuerpo es espectacular de verdad. Miguel sigue mi mirada y también se deleita discretamente; bajo el agua, sus manos rodean mi cintura, una palmada suave en mi ...
... vientre. Nos quedamos un instante en parejas: Miguel abrazándome desde atrás, besando mi cuello humedecido por la bruma de las burbujas, y enfrente Daniela sentada sobre las piernas de Luis, los brazos de él envolviéndole la cintura. El ruido del burbujeo nos envuelve, casi como una cortina de privacidad. Muevo mis caderas lentamente, restregando mi trasero contra la verga dura de Miguel bajo el agua, dejándole claro cuánto me apetece. Él gruñe suave y me muerde la oreja. Sus manos suben a mis pechos por delante, cubriéndolos y masajeándolos bajo el agua caliente. Echo la cabeza sobre su hombro, entregándome a sus caricias. A pocos pasos, Daniela y Luis ya están enfrascados en un beso profundo. Ella se ha girado quedando a horcajadas sobre él, en su regazo, y su lengua pelea con la de él. Las manos grandes de Luis abarcan las nalgas de Dani bajo el agua, amasándolas con ganas. De vez en cuando sus picos duros de pezones asoman sobre la superficie; Luis los atrapa con la boca, inclinándose, y ella gime un “sí” quedito. Esa visión me enciende más. No puedo resistirlo: estiro mi brazo bajo el agua hacia ellos y poso mi mano en la rodilla de Daniela, que está justo al lado de la mía. Su piel resbaladiza bajo el agua es sedosa. Ella entreabre los ojos, rompiendo el beso con Luis un instante para dedicarme una sonrisita cargada de deseo. —Ven aquí, Car… —susurra con voz ronca. Me muerdo el labio. Me separo de los brazos de Miguel suavemente y me deslizo por el agua hasta ...