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Compañeros - Capítulo 23: La mirada de Carlota
Fecha: 22/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: nowbly, Fuente: TodoRelatos
... el otro testículo. Luis se flipa ante la doble atención: —Hostia puta… las dos… —ruge con los ojos en blanco—. Chupad, mis zorras… Sus palabras sucias me encienden. Vuelvo a mi posición y Miguel, sin esperar más, me agarra con cariño pero con firmeza y me reconduce a su miembro palpitante. Me la meto hasta el fondo que puedo, gimiendo deliberadamente para que la vibración le haga cosquillas. El ambiente huele a sexo, cloro y deseo. Salivas, lametones, gemidos y susurros sucios llenan la habitación. Sé que no aguantaré mucho sin sentirlo dentro; mi entrepierna late vacía. Miguel parece leer mi mente. Me acaricia la barbilla indicándome que pare. —Ven aquí, mi vida —dice con voz ronca. Me incorporo, limpiándome la boca con el dorso de la mano mientras él se echa sobre la cama hacia atrás. Me subo a la cama de rodillas junto a él. Miguel se recuesta apoyando la espalda en los almohadones contra el cabecero. —¿Quieres subirte? —pregunta con una sonrisilla de pillo. —¿Tú qué crees? —Le beso en los labios fugazmente y acto seguido me coloco a horcajadas sobre sus muslos. Mi mano guía su polla a mi entrada sin pensarlo dos veces. Ambos gemimos al unísono cuando me bajo lentamente, enterrándolo en mi interior de una sentada suave. —Aaah… —exhalo, sintiéndolo llenar cada rincón. Joder, esto, esto es lo que necesitaba. Miguel aprieta los dientes mientras lo envuelvo en mi calor húmedo. —Siempre tan apretada… qué gusto… —masculla, llevándose las manos a mi culo bajo ...
... la toalla para agarrarme y ayudarme a comenzar el vaivén. No necesito más. Apoyo las manos en su pecho y empiezo a cabalgarlo. Al principio en movimientos cortos, girando las caderas para sentirlo frotar mis paredes. Luego subo y bajo de verdad, dejando que su polla casi salga y volviendo a hundirme sobre ella con un chap húmedo. Miguel me mira embelesado: mis pechos rebotan frente a su cara con cada caída, así que se inclina y atrapa un pezón entre sus labios, chupándolo y mordiéndolo suave. —Oh, sí… —gimo, acelerando un poco el ritmo. Giro la vista un segundo para ver cómo van Dani y Luis. Mi amiga está ahora encima de Luis también, en la misma posición que yo. Lo monta con ganas, sus nalgas chocando contra los muslos de él mientras lo cabalga sin piedad. Luis gime cosas ininteligibles, con la cara enterrada entre los pechos de Dani. Decido sincronizarme. Marco el mismo ritmo que lleva ella: subo y bajo con sus mismos tiempos, de modo que las dos parejas estamos follando a la par. Es terriblemente erótico. Puedo escuchar el doble sonido de embestidas: plap, plap, plap, nuestras pieles chocando a la vez. —¿Os habéis puesto de acuerdo, eh? —resopla Luis entre risas jadeantes, notándolo también. Miguel ríe y asiente, apretando sus manos en mis caderas para seguir la coreografía simultánea. —No os distraigáis… —jadea Daniela—. Que yo… ah… estoy a puntito otra vez… La imagino, su clítoris debe estar siendo estimulado por el pubis de Luis en esa posición, igual ...