1. Consolándome con mis compañeros de estudios (1)


    Fecha: 24/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Daniela, Fuente: CuentoRelatos

    ... ya no aguanté y me quejé, los demás estaban pendientes de cómo me comía esa verga y de mis gestos de incomodidad que hacía al tratar de tragármela toda… La macana de Martín entraba como un émbolo haciéndome gemir y pujar. Sus embestidas eran tremendas, a pesar de su delgadez física tenía mucha fuerza, sus bombeos me llegaban al fondo y me sentía perforada sin piedad pero gozaba con gusto y me le seguí entregando así como me tenía.
    
    Su vergota horadaba mis entrañas y me llagaba una y otra vez tan profundamente que yo me sentía ya ahogada de gusto, de un gran placer que iniciaba en mi vagina y me subí al mismo cerebro; entonces, tomándome de la cadera me hizo girar, quedando yo montada y fue mi turno de cogérmelo. Me alzaba y me dejaba caer, dándome riquísimos sentones sobre la estaca de chico con tremendo mástil. Me clavé toda y me moví en círculos como tanto me gusta, sintiendo su tranca completamente llenándome la panocha. Cuando ya no pude más, me vine abundantemente, grité deliciosamente, me estaba entregando a ese chico de manera deliciosa…
    
    Sus amigos solo nos veían coger, miraban como me tragaba con mi coño su verga una y otra vez hasta el fondo y luego movía mis nalgas para subir casi hasta la cabeza y luego me dejaba caer de nuevo envainándome su estaca, así, hasta que quedé vacía, agotada, estremecida… Me eché sobre el pecho de Martín y él me acariciaba las nalgas, me las apretaba y me las abría, pero nada de venirse, yo estaba extasiada, me quería venir de ...
    ... nuevo… Me moví más así como estaba montada en él, luego sacándome su fierro me moví y me le puse de perrito:
    
    —¡Penétrame mi vida, cógeme como una perra!…
    
    Martín se colocó tras de mí y me hundió su verga en la papaya mientras me embestía me apretaba las nalgas, me sujetaba por la cadera y a cada embestida me jalaba, provocando que su garrote me llegara hasta la matriz con sus metidas, yo daba grititos de gusto, estaba irreconocible. Me entregué a ese chico deliciosamente, quien me bombeaba y yo gemía hasta que de nuevo me derramé y al mismo tiempo él me inundo con su hirviente leche quejándose y metiéndomela más duro cada vez. A cada chorro de leche en mi vagina, él me empujaba fortísimo, me trabó una y otra vez, dejándome exhausta…
    
    Entonces vino algo delicioso, sacándome la verga de mi vagina, me la apuntó al ano y así batida con su leche como me tenía, me la empujó haciéndome respingar del dolor que sentí; unas fuertes punzadas en mi ano me indicaron que estaba forzándome. Yo grité pues me dolió pero él me detuvo con fuerza por mis nalgas, me jaló y me entró más verga, pero no entraba toda aún, me la sacó y mi ano quedó abierto, me echó un poco más de saliva en el culo, me lubricó y me dio con más ganas. Me embistió de tal forma que su verga entró casi completa, yo me apreté el culo provocando con esto más dolor. Estábamos sudorosos y yo, adolorida, pero él no me dejaría escapar…
    
    —Esto es lo que querías ¿verdad Daniela?… ¡Eres una puta sabrosa!… Se nota que tu puto ...
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