-
Consolándome con mis compañeros de estudios (1)
Fecha: 24/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Daniela, Fuente: CuentoRelatos
... toalla ante ellos, se quedaron con la boca abierta admirando mis abultadas mamas y la firmeza de mi trasero… —Nena, ven y siéntate aquí… —dijo Adrián, señalándome su palo en todo lo alto. —¿Qué no quedaste satisfecho al montarme como si yo fuera tu yegua?— —Nena, contigo no tengo llenadero, créeme. —Pues te vas a quedar quietecito, mientras me dejas verla, ¿ok?… —dijo Martín que ya me sentía su vieja; y aquel no tuvo otra opción que quedarse sentado puñeteándose el fierro. Mientras, cepillaba mi cabello los dejaba que me vieran desnuda completamente, como provocándoles para que me volvieran a coger. Desde luego que Martín estaba embobado, pues no daba crédito a la caliente hembra que se paseaba completamente desnuda ante sus ojos, dejándose admirar y contoneándome como una la vulgar putona que soy. Su verga no se le había bajado, al contrario se veía más dura y escurría un hilo de líquido seminal; ya peinada y con el cabello aun húmedo, me le aproxime y ofreciéndole mi boca lo besé con mi lengua: —¿Querías una puta mi rey?… ¡Aquí estoy, ven disfrútame!… —así de ofrecida y muy cínicamente me subí a la cama. Los otros dos se me aproximaron tocándome y besándome mientras Martín me veía en medio de sus amigos, me dejé acariciar y besar por ellos, cada uno se adueñó de mis tetotas y se empeñaron en mamármelas deseando extraer leche de ellas. Yo me estremecía y me movía sin dejar de ver a Martín con gran putería, mi mano bajo a mi cuca y me la empecé a frotar, ...
... me abrí de piernas mostrándole mi raja mojándose de nuevo. Me sentía extraña, más caliente que nunca, estaba aún mareada y calientísima, me sentía soñada ante esos muchachos menores que yo, pero con una vasta experiencia y vigor, que me hacía delirar. Con ambas manos empecé a frotar las reatas de los dos que estaban acostados conmigo, mientras Martín al pie de la cama me veía retorciéndome y frotando su garrote en una lenta chaqueta. No perdía detalle de mí, entonces me levanté y poniéndome hincada ante él le abr mi boca para mamar su verga, mientras sus amigos me acariciaban los muslos y las nalgas que había parado. Adrián se metió por debajo y se dio a lengüetear mi raja, mientras Víctor se solazaba con mis nalgas besándolas y acariciándolas y atrevidamente me lamía el ano fruncido; yo le chupé la verga a Martín, y sacándomela luego de la boca, le dije muy putona y ofrecida: —Ven papacito, es tu turno y te deseo… Cógeme como tú quieras, te necesito; ¡pero hazlo ya, mi vida!… Al escuchar esto sus amigos se apartaron, y yo hincada, lo tomé de las manos y lo jalé a la cama, ambos hincados nos empezamos a besar. Me acariciaba mientras una de mis manos le frota la palanca, estaba yo bien abierta, mi raja se amplió al sentirlo y le dije entonces: —¡Martín, Martincito de mi vida!… Despacio cariño, estás enorme, me llenas por completo… ¡Papi, qué rico!… Esto solo lo alentó y empezó a bombearme con más brío, primero lento y suave, luego más y más fuerte hasta que ...